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martes, 19 de abril de 2011

MANUEL DOMÍNGUEZ - BOLIVIA ATROPELLÓ EL STATU-QUO Y SUS RECONOCIMIENTOS DEL LAUDO HAYES / Imprenta Nacional, Asunción 1975



BOLIVIA ATROPELLÓ EL STATU-QUO
Y SUS RECONOCIMIENTOS DEL LAUDO HAYES
MANUEL DOMÍNGUEZ
Imprenta Nacional
Asunción – Paraguay
1975



BOLIVIA PAÍS AGRESOR

BOLIVIA VIOLO EL STATU-QUO DE 1907, INTERPRETADO
COMO ELLA LO INTERPRETA

            Tesis: Bolivia violó el statu-quo de 1907, interpretado, colmo ella lo interpreta. Es fácil probarlo.
            Veamos primero la interpretación boliviana. Consiste en que las líneas del statu--quo convenido en el Ajuste Soler- Pinilla (art. 7º), eran las posesiones del Paraguay y las de Bolivia el 12 de enero de 1907, data del Ajuste (I). El Paraguay y Bolivia, dice el artículo 7º, "se comprometen, desde este momento, a no innovar ni avanzar las posesiones que en esta fecha existen", es decir, que las dos partes se obligaban a no avanzar sus respectivas posesiones adelante, a no desbordar las líneas extremas a que habían llegado, el Paraguay hacia Occidente, Bolivia hacia el Este.
            ¿Y cuáles eran las posesiones más avanzadas del Paraguay al Oeste, el 12 de enero de 1907? En virtud de la ley de venta, de tierras públicas (11 de Julio, 1885), gran parte del Chaco Boreal se dividió en 269 lotes que el gobierno vendió a los particulares y estos los hicieron inscribir en el Registro de la Propiedad, todo sin la menor protesta de Bolivia y eso que dichos lotes "se pusieron en subasta pública hasta en la bolsa de Buenos Aires" (Coronel Miguel Aloiza, Los Derechos de Bolivia sobre el Oriente y el Chaco Boreal).   
            Los lotes lindantes con la margen izquierda del Pilcomayo se extendían desde el desagüe de este río en el Paraguay hasta el 62º 20' de Greenwich (id. y mapa de Don Federico De Gásperí). Los otros lotes, arriba de los primeros, más occidentales, lindaban con el meridiano 61º 30' (mapa de id,).
            Y estos lotes, más occidentales, de que los compradores tomaron posesión en 1885 y 1886, señalaban las posesiones, también más occidentales, del Paraguay porque es elemental que los actos de los particulares autorizados por el Estado son actos de este Estado. El Paraguay cobraba a los propietarios impuesto territorial; sus tribunales resolvían los pleitos sobre esos lotes, etc. ; actos que "implican el dominio eminente que Vatel llama derecho magestático, inherente a la soberanía". Y para cortar toda cuestión, añadimos que por el artículo 11 del proyecto de tratado Aceval-Tamayo firmado en Febrero de 1887, cuando el Paraguay acababa de vender los indicados lotes, Bolivia dio por válidas esas ventas. Decía dicho artículo que si la República de Bolivia fuera favorecida por él laudo arbitral con la adjudicación de la zona sometida al arbitraje, "RECONOCERA Y RESPETARA EL DERECHO DE LOS PARTICULARES QUE POR COMPRAS VERIFICADAS HASTA LA FECHA, HUBIERAN ADQUIRIDO DEL GOBIERNO EL DOMINIO CIVIL U ORDINARIO DE LAS TIERRAS COMPRENDIDAS EN DICHA ZONA".
            Hacía púes más de veinte años que el Paraguay  ejercía actos posesorios hasta el 62º 20' sobre el Pilcomayo y hasta el 61º 30' más arriba cuando se firmó el Ajuste Soler-Pinilla.
            Y entendido esto, conviene saber cuál era la posesión más avanzada de Bolivia al Este en el momento, del Ajuste Soler-Pinilla:
            El Fortín Ballivián contra el cual como contra el de Guachalla protestó el Paraguay el 20 de Febrero de 1906, era la posesión extrema de Bolivia hacia el Este. Estaba y está sobre el Pilcomayo, un poco al Oeste del 62º de Greenwich. De haber existido a este lado del 62º de Greenwich Linares, Margariños, Esteros (como después pretendió Bolivia), el Paraguay con mayor razón que contra Guachalla y Ballivián, hubiera protestado contra semejantes avances.
            Conclusión; El Paraguay, según la interpretación boliviana no podía legítimamente avanzar de Este a Oeste más allá de los lotes que vendió, del 62º 20' sobre el río Pilcomayo, ni del 61º 30' más arriba. Tampoco Bolivia podía legítimamente avanzar de Oeste a Este, trasponer dichas coordenadas, venirse a este lado, porque de hacerlo, habría invadido las posesiones paraguayas de 1907, las habría atropellado.                     Y el Paraguay no "avanzó ni innovó" nada más allá de esas líneas (las de los meridianos 62º 20' y 61º 30') y sí Bolivia avanzó a este lado con sus fortines después del Ajuste Soler-Pinilla. Ningún fortín paraguayo se encuentra más allá de dichos meridianos y, después del Ajuste precitado, Bolivia, atropellando la zona inhibida, construyó sobre el Pilcomayo Linares, Margariños, Esteros y más tarde Saavedra, Muñoz, Sorpresa, Tinfunque, Arce, etc. Violó las líneas del statu-quo según ella misma las entiende o interpreta. Al amparo de los desiertos, sobrepuso sus ocupaciones a las posesiones paraguayas, ocupaciones clandestinas que nada valen ante las nuestras, públicas, pacíficas, continuas; desde 1885 en el interior del Chaco. No se conciben dos posesiones diferentes de una     misma cosa.    Como  prueba gráfica del avance de Bolivia a este lado de la línea inhibida, basta mirar el mapa de David Alvéstegui, (mapa de la Frontera con el Paraguay (1926). Allí están ubicados los fortines bolivianos al Este del 61° 30', barra de hierro que debiera ser infranqueable. Sus fundaciones son, todas, posteriores a 1908, año en que la posesión más oriental de Bolivia sólo había llegado "hasta Guachalla" (Bautista Saavedra, La cuestión fronteriza con el Paraguay, pág. 17), pues parece que Ballivián entonces se encontraba a la derecha del Pilcomayo.
            Conclusión: Bolivia violó el statu-quo del 1907, según la propia interpretación boliviana y por ello rehusó en Buenos Aires el arbitraje sobre el punto. ¡Un escándalo! Pero hay otro escándalo mayor - el siguiente:

BOLIVIA RECONOCIO DIEZ YSEIS VECES LA VALIDEZ DEL LAUDO HAYES
Y DESPUES ATROPELLO LA ZONA LAUDADA

PRUEBAS FEHACIENTES

            Es fácil probar el enunciado del acápite, en un momento.
           
            Primer reconocimiento. Fue tácito y valía tanto como el expreso:
            Hayes pronuncia su laudo (12 de Noviembre, 1878) y Bolivia se calla. Silencio es oro dicen los Orientales, pero en Derecho Público y en el Privado también, hay silencios mortales.
            Y además, en el caso, Bolivia, después de callarse algo más de tres meses, habló por el órgano de su Presidente aprobando, loando el laudo. Lo hizo ruidosamente ante todo el mundo y, en especial, ante el mundo americano. Véase cómo fue ese reconocimiento expreso, consonante con el primer reconocimiento, tácito. Es interesante y sin símil, que sepamos.
            Segundo reconocimiento, (26 Febrero, 1879) En esta fecha el Presidente de Bolivia, Hilarión Daza, con motivo de la ocupación de Antofagasta por Chile (14 Febrero), esparce a los cuatro vientos desde La Paz, una "Proclama a la Nación" y en ella protesta contra aquella ocupación y se escandaliza de que ello ocurra "a pocos días después de que un laudo arbitral zanja las cuestiones territoriales de la guerra del Plata entre la Confederación Argentina y la República del Paraguay”, Y Daza aunque en castellano mestizo, es buen comentador del laudo. Entiende que este sella la condenación de la guerra de conquista. "El laudo arbitral, añade, ha venido a completar el Tratado del 3 de Febrero de 1876" (el Machaín-Irigoyen). Daza, lejos de protestar contra el laudo, lo refrenda, lo ratifica, como una bella victoria del Derecho sobre la fuerza. Ni remotamente piensa en que Bolivia pudiera invocar el res ínter alios acta contra la decisión arbitral. En fin, se trata de un reconocimiento expreso, categórico, contenido en una airada "Proclama del Presidente de Bolivia a la Nación" (2). Y la cuestión en adelante, si es que surge alguna cuestión, no será ya con el Paraguay y sí con Bolivia, o sea con su Presidente Daza quien habló en nombre de toda la Nación.
            Y el rotundo reconocimiento expreso de la validez del laudo Hayes, está corroborado por otros reconocimientos. v. gr. por éste, en orden cronológico.
           
            Tercer reconocimiento. Por decreto del 13 de Mayo de 1879 el Paraguay nombra una comisión "para que en nombre del Gobierno de la República se reciba y tome posesión" de la Villa Occidental, hoy Hayes, parte esencial de la zona laudad. El decreto publicado en los diarios y en el Registro Oficial voló a Bolivia y a todas partes. La Argentina hace la entrega. El laudo queda ejecutoriado (3).
            Y Bolivia torna a guardar silencio     no podía hacer otra cosa. Daza, su Presidente, acababa (dos meses y días antes) de aprobar y refrendar el laudo Hayes en su resonante "Proclama a la Nación". No se concibe que protestara contra la ejecución de lo que celebró como una victoria del Derecho.
            Son ya tres reconocimientos que se suman, se anillan y refuerzan.
            Y con la misma fecha del precitado decreto que nombró la Comisión receptora de la Villa Occidental, se dictó una ley, la que enunciamos:

            Cuarto reconocimiento. "Art. 1°. El territorio nacional del Chaco, comprendido entre el río Pilcomayo y Bahía Negra, se denominará Departamento Occidental y estará a cargo de un comandante militar y político.

            “Art. 2º.  La Villa Occidental será la cabeza de este departamento y la residencia de sus autoridades con la denominación de Villa Hayes..." (Ley 13 de Mayo, 1879, Registro Oficial, 1879, págs. 500 y 501. Su substancia en Sosa Escalada, El Paraguay Occidental, pág. 296).
            Bolivia, como antes, en silencio.
            Y hay otros y otros reconocimientos.

            Quinto reconocimiento. Por ley del 4 de Agosto del mismo año de 1897, tres meses después de ejecutoriado el laudo, el Paraguay concede a Francisco Javier de Bravo un grado al Sud de Bahía Negra por cuarenta años (Registro Oficial). Y el Gobierno de Daza vuelta a callarse. Entendía seguramente, que Hayes al pronunciarse sobre la zona entre el Pilcomayo y el río Verde, se pronunciaba sobre todo el Chaco, unidad geográfica, interpretación ajustada a la verdad estricta.
            Se trata, en fin, de otro reconocimiento de la validez del laudo.
            Sexto reconocimiento. En el mismo mes de Agosto se labraba un acta cuyo contexto, en la parte esencial, decía: "Yo, Juan de Cominges y Prat, español, de profesión ingeniero agrónomo, gefe de la expedición al Oriente de Bolivia y usando de los derechos que a esta empresa ha concedido el Gobierno y el Cuerpo Legislativo del Paraguay, tomo posesión del Fuerte Olimpo y de toda la extensión que media entre las fronteras Sud y Oeste del Paraguay y el paralelo que pasa 20 leguas más abajo de Bahía Negra y en presencia de los testigos que firman abajo clavo en tierra la blanca insignia de la Empresa..." (Juan M. Sosa Escalada, El Paraguay Occidental, pág. 297). La autorización del gobierno del Paraguay invocada en el acta es decisiva. Bolivia no dice palabra.
            Vamos al-

            Séptimo reconocimiento. Casi en seguida, en Setiembre de 1879, Bolivia envía a la Asunción en carácter de Plenipotenciario al Dr. Antonio Quijarro con esta instrucción que corre impresa, en letras de molde: Empiece por reconocer la validez del laudo del Presidente Hayes (Federico More, peruano, y Walter Dalence, boliviano, El Chaco Boreal es boliviano, pág. 66).
            Esta instrucción, en cierto modo, estaba demás. Con la proclama de Daza a la Nación boliviana bastaba y sobraba. Debía            darse por sabido que el laudo era cosa juzgada para Bolivia.
            Pero sea como sea, el Dr. Quijarro llega a la Asunción el 22 de Setiembre, el 25 presenta sus credenciales al Gobierno diciendo que "traía la palabra leal de Bolivia" (La Reforma, 26 Setiembre) y en seguida hizo efectiva su instrucción.
            En efecto, el Tratado que firmó (15 Octubre) dice (art. 2º) qué el Paraguay "renuncia a favor de Bolivia al territorio comprendido entre el mencionado paralelo (el de la boca del R. Apa) y la Bahía Negra; y Bolivia reconoce como perteneciente al Paraguay la parte Sud hasta el brazo principal del Pilcomayo".
            Renunciar es hacer dejación de una cosa propia y reconocer significa "en las relaciones internacionales aceptar un hecho consumado" (Calvo). Bolivia pues aceptaba en el Tratado el hecho consumado por el laudo. Consideró intangibles la zona laudada y un grado más arriba del paralelo donde el R. Verde se echa en el R. Paraguay. Palabra leal de Bolivia!
            Y la Convención boliviana, autoridad más alta que el P. Legislativo, acentuó el hecho consumado con aprobar dicho Tratado (3 Agosto, 1881).
            Y porque todo reconocimiento es irrevocable así en Derecho Privado como en Derecho Público, More y Dalence se pusieron en la verdad con escribir que el Tratado Decoud-Quijarro "comprometía para siempre los derechos de Bolivia" (ob. cit., pág. 62). Es claro... para siempre!
            Se ve que Daza, Quijarro y Convención, reconocimientos tácitos y expresos, iban acordes, perfectamente acordes.
            Y viene, otro reconocimiento categórico.

            Octavo reconocimiento. El 4 de Julio Suarez Arana, gran empresario boliviano, pide a nuestro Ministro de Relaciones Exteriores permiso para "practicar un reconocimiento del sitio que fuese más adecuado para establecer un puerto sobre el Río Paraguay", "más abajo de Bahía Negra", al efecto de abrir un camino carretero hasta Bolivia. El peticionante confiesa en su escrito que el puerto, debajo de Bahía Negra, "no podría establecerlo sin el consentimiento del Gobierno del Paraguay".
            Se le concedió "el permiso solicitado para el estudio del trayecto más conveniente", solo para esto y "no pudiendo establecer ningún puerto o aduana sin autorización del Honorable Congreso de la Nación. Caballero, Juan A. Meza" (Registro Oficial).
            Y el 25 del citado julio, el empresario daba cuenta de su reconocimiento al Ministro de Relaciones Exteriores en nota datada en Campamento Chamacocos (Bahía Negra)… "El 11 del corriente llegó a este puerto el cuerpo expedicionario desembarcando según mis órdenes, en el paraje que según las observaciones posteriores, se halla situado en los 58º l l' y 34" dé longitud Oeste del meridiano de Greenwich, y los 24º 13' y 15" de latitud Sur, a diez kilómetros aproximadamente de la Bahía Negra...". "De los estudios practicados por el cuerpo de ingenieros, resulta que la localidad es inmejorable para un gran puerto y que puede ser ventajoso el asiento de una gran ciudad... M. Suárez Arana" (Juan M. Sosa Escalada, ob. cit., pág. 301).
            Bolivia en silencio siempre. Y venga otro dato irrebatible.

            Noveno reconocimiento. El Poder Legislativo del Paraguay dicta la ley de venta de tierras públicas (11 Julio, 1885) y el P. E., la reglamenta. Ley y reglamentación tuvieron amplia publicidad hasta en el extranjero porque estimulaban la avidez de lós especuladores. El coronel boliviano Alaiza (Los Derechos de Bolivia sobre el Oriente y el Chaco Boreal) nos dice que ella, la ley, ponía "en subasta pública en la bolsa de Buenos Aires las tierras de la margen derecha del Río Paraguay cuya línea de catastración llegaba hasta las goteras del fortín D'Orbigny, en el meridiano 62º 20' de Greenwich".    
            Y Bolivia tampoco protestó contra aquella ley que disponía del Chaco Boreal y de tan ruidoso efecto. Lejos de protestar, declaró que respetaba su ejecución. En seguida el dato comprobatorio:

            Décima reconocimiento. Hacía dos años que regía la citada ley de venta de tierras públicas. Las cuatro zonas en que se dividió el Chaco Boreal estaban ya vendidas a multitud de particulares, ventas inscriptas en el Registro de la Propiedad.
            Y bien. El Tratado Aceval-Tamayo (16 Febrero 1887), decía (art. 11) que "sí la República de Bolivia fuera favorecida por el laudo arbitral de la zona sometida al arbitraje (entre los paralelos de la boca del R. Apa y el de una legua arriba Olimpo) reconocerá y respetara el derecho de las particulares, que por compras verificadas hasta la fecha, hubieran adquirido del Gobierno Paraguayo el dominio      real u ordinario de las tierras comprendidas en dicha zona". Bolivia que se calló ante la ley de 1885, con perfecta reconocimiento de las ventas a los particulares hechas por el Paraguay, se obliga a respetarlas en el caso de que el laudo le fuera favorable. Se rinde a la eficacia práctica de la ley de venta de tierras públicas. Por lo demás, el Tratado Aceval-Tamayo como el Decoud-Quijarro dejaba al Paraguay todo el Sud del paralelo del R. Apa o sea otra vez la zona laudada y bastante más.
            Y hubo otro reconocimiento expreso, auténtico, antes del Tratado Aceval-Tamayo.

            Undécimo reconocimiento. Suárez Arana, el confesante de nuestra soberanía, se permite después de su confesión, el lujo de izar bandera boliviana en Puerto Pacheco (actual Bahía Negra), motivo porque el Gobierno del Paraguay se ve obligado a abatirla, mánus militaris, y ello alarma a la opinión pública tanto que hasta se hablaba de una posible guerra.
            Y la Cancillería de Bolivia desautorizó entonces rotundamente al dichoso Suárez Arana. La nota copiada a la letra cantaba:

                                                           La Paz, Noviembre 10 de 1885.
           
            Señor Ministro

            El infrascripto Ministro de Relaciones Exteriores, ha tenido conocimiento extra-oficial, de que el señor Miguel Suárez Arana, gerente de la Empresa Nacional del Oriente, ha ejercido algunos actos que han alarmado la opinión del Excmo. Gobierno de V. E., porque importaban el desconocimiento de la cortesía obligada entre las dos cancillerías, que felizmente cultivan las más cordiales relaciones de amistad.
            Semejante procedimiento, ajeno a la acción del gobierno de Bolivia, ha sido oportunamente desautorizado, con tanta más razón, cuanto que el anhelo constante de este país ha sido el de solucionar sus cuestiones territoriales, por los medios pacíficos y conciliatorios que aconseja la diplomacia y la aspiración a la solidaridad americana.
            Al manifestar a V. E., el vehemente deseo del Gobierno de Bolivia, porque se lleve a feliz término la negociación de límites, para lo que se acreditará en breve, una Legación ante el Excmo. Gobierno del Paraguay, cábele al que suscribe la ocasión de expresar a V. E., el homenaje de la respetuosa consideración con que es su atento servidor.

                                                           M. D. Medina
                                               (Archivo Relaciones Exteriores)

            Y así Bolivia desautorizó a Suárez Arana por haber intentado desconocer nuestra soberanía sobre Bahía Negra, tres grados y veinticinco minutos arriba de la zona laudada.
            Y viene otro reconocimiento.

            Duodécimo reconocimiento. El Poder Legislativo de Bolivia aprueba, el Tratado Aceval-Tamayo (22 Noviembres 1888), pero la Comisión de Relaciones Exteriores aconsejaba que, sin perjuicio de las ratificaciones del caso, "convendría reabrir nuevos negociaciones que tiendan a evitar el arbitraje en lo que respecto al territorio comprendido entre los grados 21 y 22 o sea entre la línea que pasa una legua al Norte de Fuerte Olimpo y la del Río Apa y obtener, ya sea una partición igual, o por mitad de la zona puesta a arbitraje, o adquirir la propiedad de toda ella con una remuneración pecuniaria". (Ychaso, Antecedentes Diplomáticos). Nadie protestó en Bolivia contra ese dictamen cuya disyuntiva final da por cierto que el Paraguay, en concepto de Bolivia, era propietario de la zona extendida, arriba de la zona laudada. De no serlo en el concepto boliviano,          Bolivia no hubiera intentado comprársela.

            Décimo tercero reconocimiento. Es el del Tratado Benítez-Ychaso (1894) : Daba al Paraguay el litoral hasta dos leguas arriba del Fuerte Olimpo. Ychaso como Tamayo y como Quijarro respetaba la zona laudada y mucho más que esta zona. Mucho más!

            Décimo cuarta reconocimiento. Una Empresa belga, L'Africaine, obtuvo del Gobierno de Bolivia "una concesión para construir vías férreas y un puerto comercial con una línea de vapores en territorio boliviano al Noroeste de la Bahía Negra". El Cónsul de Bolivia "gestionó ante el Gobierno del Paraguay, por encargo del Ministro boliviano en Buenos Aires; la solicitud de un permiso especial a fin de que el ingeniero de la Empresa pudiera desembarcar en Bahía Negra para hacer los estudios preliminares correspondientes, bordeando los bañados que debía canalizar.
            "En esta ocasión se repitió aquello de que el Paraguay no admite discusión sobre su territorio del Chaco, cabiéndole el honor esta vez al Dr. Manuel Domínguez, a la sazón Ministro de Relaciones Exteriores", de precisarlo. "He aquí el texto del permiso acordado:
            "Asunción, 8 de Mayo de 1902. Concédase el permiso solicitado, reservándose el Gobierno el derecho de oponerse a la construcción por cuenta y orden del Gobierno Boliviano, siempre que juzgare que ella deba quedar dentro de la jurisdicción territorial del Chaco SOBRE LA QUE NO CONSIENTE DISCUSION ALGUNA y de no admitir dicha construcción como acto de posesión si se hace dentro de la zona litigiosa entre ambos países. Ofíciese al Ministro de Guerra en los términos acordados y comuníquese al Cónsul boliviano recurrente. Archívese con los antecedentes de la cuestión boliviana. Domínguez" (Sosa Escalada, El Paraguay Occidental, pág. 50).
            Y un publicista boliviano va á tomarla palabra.       

            Décimo quinto reconocimiento. El Dr. Federico Diez de Medina, uno de los triunfos de Bolivia en el juego diplomático, edita en París (1906) un libro intitulado Nociones de Derecho Internacional Moderno y en él (págs. 327 y 328) dice qué el respeto al laudo Hayes era "un noble ejemplo de respeto a las decisiones arbitrales y al derecho ajeno" (El País de Montevideo hizo valer, con acierto, esta cita). Medina, boliviano a carta cabal, sabio, a su manera, en la materia que cultivo o cultiva, es quien lo dice. Es un a modo de Daza o de Quijarro o del otro Medina (M.D. de 1885, desautorizante de Suarez Arana), redivivo. Rinde, sin elipsis, pleito homenaje al laudo. Respetarlo es respetar "el derecho ajeno".
            Y hay otro pleito hontenaje.

            Décimo sexto reconocimiento. El Tratado Soler-Pinilla (1907) extiende el litoral, del Paraguay Occidental hasta el paralelo 20º 30'. Hasta allí.
            Y circuló un folleto que hace fé porque está firmado y en él hay una declaración del Dr. Claudio Pinilla, Ministro de Relaciones Exteriores, signante del Tratado. Atestó que Bolivia se contentaría con cualquier cosa, v. gr.; "con una pequeña parte del Chaco Boreal quedándose el Paraguay con la mayor parte" (Informe sobre el Ajuste Soler-Pinilla del Dr. Manuel Domínguez). Con cualquier cosa... Le bastaba a Pinilla un medio gradito al Sud de Bahía Negra. Pinilla no es de la misma opinión que los Finot, Alvéstegui y consortes, que aspiran a algo mas... hasta el Pilcomayo.
            Y corramos a la…

            Síntesis. Bolivia reconoció diez y seis veces la validez del laudo:

            1º. Cuando lo pronunció Hayes no protestó y perdió para siempre la ocasión de hacerlo. Lo aprobó con su silencio;
            2º. Otro reconocimiento que no fue tácito y sí público, resonante, irrecusable: Proclama de Daza a la Nación boliviana. Reconocimiento expontáneo, expreso. El laudo Hayes era victoria del Derecho sobre la fuerza. Con él Bolivia se defiende contra Chile: Que se imprima, que se grabe!
            3°. Cuando se ejecutorió el laudo, otro silenció de Bolivia, consonante con la Proclama de Daza y con el primer silencio;
            4º.  Id ., silencio ante la ley creadora del Departamento Occidental o sea "el territorio nacional del Chaco, comprendido entre el río Pilcomayo y Bahía Negra".
            5º. Bolivia, contumaz, porfía en su silencio ante la concesión a Bravo. A Bolivia no le importó que el Paraguay dispusiera de Bahía Negra hasta el Fuerte Olimpo. Mucho menos le importó, por supuesto, de la zona laudada, situada muy abajo;
            6º. Acta levantada por Cominges en F. Olimpo. Otro silencio;
            7°. Instrucción a Quijarro, "palabra leal de Bolivia". Reconozca la validez del laudo. Quien da esa instrucción es el mismo Presidente Daza; pregonero de nuestro derecho sobre la zona laudada. Instrucción diferente hubiera sido palinodia, retractación escandalosa - hasta los escándalos tienen límites ;
            8º. Calco dé esa instrucción es el art. 2° del 1er Tratado (el Decoud-Quijarro). En él se dá por paraguaya una zona mayor que la del laudo;
            9º. Confesión del empresario boliviano Suárez Arana: Sólo con el consentimiento del Paraguay puede establecerse al Sud de Bahía Negra. Sería demencia pretender puertos en la zona laudada;
            10º.  Asentimiento boliviano a la ley de venta de tierras públicas, ratificado en el Tratado Aceval-Tamayo, el cual, además, deja otra vez a salvo la zona laudada;
            11º.  Nota del Canciller boliviano. M. D. Medina desautorizando el proceder de Suárez Arana que intentó desconocer nuestra soberanía al Sud de Bahía Negra, mas de tres grados, arriba de la zona laudada;
            12º. Sanción del P. Legislativo de Bolivia (1888) autorizando la compra de la región situada al Norte de la zona laudada. Sola se compra lo que se dá por cosa ajena;
            13º.  Tratado Benítez-Ychaso: Ni se discute nuestro derecho a la zona laudada. El reconocimiento sigue firme;
            14º. La Empresa L'Africaine pide permiso para explorar el Noroeste de Bahía Negra. Concedido, salvando la jurisdicción territorial del Paraguay sobre el Chaco.
            15º. El Dr. Federico Diez de Medina en su Tratado de Derecho Internacional: Debe respetarse la zona laudada por Hayes. Ventiló la cuestión en profecía.
            16º. Trotado Soler-Pinilla: El Paraguay es dueño del Litoral hasta arriba del Puerto Leda. Bolivia se contentaría "con una pequeña parte del Chaco Boreal" (Pinilla). Ni piensa en la zona laudada que está cien leguas abajo del Puerto Leda.
            Y volando a la..
           
            Síntesis de la síntesis. Desde 1879 hasta 1907 o sea desde el pregón de Daza hasta el Tratado Soler-Pinilla, durante 28 años, Bolivia confesó, acrisoló, que el laudo Hayes era cosa juzgada para ella. Dato conspicuo, concluyente: Con ese laudo se escudó Bolivia contra la pretendida usurpación chilena. Esto y lo demás no se compaginan con el res inter alias acta. Y allí está gritando el Dr. Federico Diez de Medina, uno de los triunfos de Bolivia en el juego diplomático: Zona laudada por Hayes, zona intangible. Respétenla!
            Y sin embargo... (parece increíble) Bolivia pisoteando su "palabra leal", poniendo en ridículo a Daza, Quijarro, Tamayo. Ychaso, Pinilla, Medina, es decir, poniéndose a sí misma en ridículo, borrando con el codo lo que escribió con la mano…
            Atropelló la zona laudada. La atropelló construyendo allí fortines y fortines, a mansalva, al amparo de los desiertos, sin contar con que violaba también el statu-quo acordado en él Ajuste Soler-Pinilla.
            Y ese atropello constituyendo á Bolivia en estado de agresión permanente, acabó por poner el Paraguay en el caso de repeler la fuerza con la fuerza.
            El Paraguay no estaba preparado para la guerra. Tan no lo estaba que no tenía ejército, ni armas ni "plan de defensa" (Palabras del Presidente de la República). Todo tuvo que improvisarlo, plan, armas y ejército. Pero contaba con lo imponderable, con lo que no es posible improvisar, con el ALMA DE LA RAZA.
            Y esta alma, con asombro de las factorías cartaginesas, empujó a las legiones de bravos que corrieron al Chaco y a veces destrozaron y a veces acorralaron al enemigo en Boquerón, Nanawa, Pampa Grande, Campo Vía. El milagro de nuestro heroísmo no figuraba en el cálculo de Bolivia ni de Kundt. Este acabó por confesar que se estrelló con "las virtudes guerreras singulares del pueblo paraguayo".
            Y no hubo entidad americana ni europea capaz de declarar agresor al país atropellador de fronteras internacionales.

PRUEBAS SOBRE PRUEBAS

            Sobre la agresión boliviana se puede, acumular una documentación memorable, por su calidad y por su abundancia. Hay para llenar libros enteros. Aquí no resumiremos sino lo esencial, y lo esencial está en el Memorándum que la Delegación paraguaya presentó a la Comisión del Chaco destacada por la Liga dé las Naciones.
            Oigamos lo que dice él aludido Memorándum
            "a) LA GUERRA ESTUVO EN LA INTENCION DE TODOS LOS GOBERNANTES DE BOLIVIA. Fracasadas las tentativas de despojar al Paraguay de inmensos territorios, por medio de leoninos proyectos de tratados arrancados al amparo de la debilidad en que se encontraba postrado después de la guerra de cinco años contra la Triple Alianza, los estadistas bolivianos, se entregarán a la tarea de predicar el uso de la fuerza para solucionar la cuestión de límites.
            Una de las primeras manifestaciones formuladas en ése sentido es la del Dr. Santiago Vaca Guzmán, que siendo Ministro en Asunción, propuso a su gobierno en 1888, un plan de guerra consistente en "avanzar sin estrépito ni ostentación algunas fuerzas militares; avanzarlas paulatinamente hacia la costa situándolas en los territorios que hagan posible la ocupación estable. Avanzar sin demora desde la Colonia Crevaux adelante, siguiendo las márgenes del Pilcomayo, si fuera posible hasta el paralelo 24º (donde desemboca en el río Paraguay, casi frente a Asunción). Adquirir dos cañoneras de bajo calado, capaces para remontar sin inconvenientes hasta la Bahía Negra y situarse en los puntos que convenga. Una vez adquiridos del Chaco elementos y realizada la ocupación del interior del Chaco dictar una ley de venta de tierras desde el Pilcomayo hasta Bahía Negra, haciendo caso omiso de las enajenaciones verificadas por el Paraguay. Si la Nación tiene conciencia de su derecho, si estima su dignidad y si se considera con fuerza y virilidad para defender lo que le corresponde contra las usurpaciones de un Estado débil, impotente y despoblado, le será forzoso adoptar las medidas que indico; si le falta ese valor moral, tendrá que resignarse a sancionar esas usurpaciones y verse burlada por la última "de las naciones sudamericanas".
            El pensamiento guerrero de los gobernantes bolivianos, pensamiento desarrollándose en vigor. Acerca de las "intenciones que mantuvieron para con el Paraguay, ilustra con claridad la correspondencia que cambiaron el ministro de Relaciones Exteriores, D. Claudio Pinilla y el Presidente D. Ismael Montes, con don Emeterio Cano, en ocasión de ofrecerse a este hombre público la plenipotencia en Asunción. Era en 1905; año en que Bolivia comenzó a poner en ejecución su plan de invasión armada.     
            El 11 de abril de ese año, D. Claudio Pinilla decía al señor Cano, que el Gobierno "en su empeño de resguardar esos mismos intereses nacionales, creando y adelantando nuestros títulos de ocupación en las plantaciones del Chaco, está preparando una expedición en Tarija a las órdenes del Prefecto de ese Departamento, destinada a remover las actuales colonias y fortines y situarlas en lugares más avanzados y convenientes, para amparar el esfuerzo de nuestros industriales que se han adelantado en la meritoria conquista del desierto. Posible es que esas medidas despierten los celos del gobierno de Asunción y le decidan a avanzar también su ocupación hacia el interior del territorio disputado. La actitud de retraimiento que hemos guardado con ese Gobierno ha exagerado su natural suspicacia y desconfianza, haciéndole entrever  UN PLAN AGRESIVO Y BELICOSO DE NUESTRA PARTE, PLAN QUE HA ESTADO SIEMPRE EN LA MENTE DE TODOS LOS ESTADISTAS BOLIVIANOS, PERO CUYA EJECUCION REQUIERE. ELEMENTOS DE VIALIDAD Y RECURSOS QUE PUEDAN HACERLE EFICAZ…".
            El 25 de abril, el mismo Ministro Pinilla explicaba al señor Cano que las dificultades internacionales con Brasil y Chile y las de llegar al terreno de la contienda, habían impedido el desenvolvimiento del "programa del patriotismo herido", pero qué:
"despejadas aquellas dificultades internacionales, el señor Presidente creía llegada la oportunidad de encarar el conflicto con la perseverancia y la energía que requieren los grandes intereses comprometidos. En ese concepto, el primer paso es la expedición al Chaco, de que he hablado en mi anterior, el próximo será la apertura de un buen camino que desde Lagunilla vaya por Curumbay y el Cerro San Miguel en demanda de P. Pacheco".
            Agregaba el señor Piñilla, que la obra…
            "ha de requerir uno o dos años de trabajo, durante los cuales a la par que el país vaya desenvolviéndose económica e industrialmente, el Gobierno ESPERA ADELANTAR SU PREPARACION MILITAR PARA ACTUAR CON TODA EFICACIA EN EL MOMENTO PRECISO".
            El 6 de junio del mismo año, el propio Presidente de la República, coronel D. Ismael Montes, ratificaba al señor Cano el programa enunciado por su Canciller. En carta de esa fecha, rubricada también por el señor Pinilla, decía:
            "El Gobierno de Bolivia tiene el propósito sincero de solucionar ese asunto, y a ese fin, como se ha dicho más arriba, se halla dispuesto a concurrir con toda clase de sacrificios, INCLUSO EL RECURSO SUPREMO DE LAS ARMAS, si la obsecación y la injusticia paraguaya se obstinaran en desconocer nuestros legítimos derechos. No necesito recordar al señor doctor Cano que LA APELACION AL EXTREMO DOLOROSO DE LA FUERZA EN PRO DE LOS CAPITALES INTERESES DE LA REPUBLICA, ES UN TEMA YA ESTUDIADO POR LA CANCILLERIA NACIONAL cuando ella estuvo bajo su ilustrada dirección y que las objeciones y reparos que entonces se opusieron a la idea, subsisten hasta hoy en parte, necesitándose de tiempo y perseverancia para eliminarlos. El Gobierno va a consagrar todo su esfuerzo para modificar esa desfavorable situación, empleando una labor sostenida, fiado en el patriotismo y decisión del pueblo y de sus representantes en el Congreso".
            El senador paraguayo doctor Luís De Gásperi, en discurso pronunciado en la sesión del Senado del 12 de junio de 1934, aporta otras pruebas de las que extractamos lo siguiente:
            Más de cuarenta y ocho angustiosos días habían corrido desde la agresión boliviana a mansalva realizada en la madrugada del 15 de junio de 1932 al Fortín paraguayo "Pitiantuta" al tiempo que nuestros plenipotenciarios discutían en la Conferencia de Neutrales las bases de un Pacto de No Agresión engañosamente propuestas por Bolivia, cuando invitado el Gobierno de este país a manifestar si estaría dispuesto a aceptar la investigación de las causas del conflicto, se negó a ello, y declaró su intención de liquidar el pleito por las armas so pretesto de defender un territorio históricamente suyo. "NO NOS INTERESA - decía Bolivia- LAS INVESTIGACIONES QUE NO DEFINAN LA CUESTION FUNDAMENTAL". Así reza el cablegrama del Canciller Gutiérrez datado en La Paz a 1° de Agosto de aquel año. A esta cínica proclamación de la violencia, respondió la Conferencia de Neutrales con la famosa declaración del 3 de Agosto. Es la réplica del Derecho al fuerte; el llamado al orden del testigo al asesino que, puñal en mano, se apresta a consumar en la víctima indefensa su repugnante delito. Fiada en sus armas y en la impunidad, desdeñó Bolivia esta declaración. Comentándola, el Presidente Salamanca la calificó de "INTIMACION" y desconoció en los Neutrales la autoridad y jurisdicción que para hacerla se arrogaban. "Los Neutrales decía el Presidente de Bolivia - por consentimiento nuestra no ejercían más que los buenos oficios admitidos por el Derecho Internacional y podrán poner su benévola influencia para allanar dificultades a fin de llevar a los contendientes a un entendimiento. Ahora se alzan con el papel de tutores y jueces y pretenden tomar el conocimiento de nuestros asuntos, ejerciendo una jurisdicción que no les hemos conferido".
            ¿Aún se duda que la agresión partió de parte de Bolivia? Pues, dejemos a los tales que les convenza el propio doctor Salamanca, quien estampó lo siguiente en su mensaje al Congreso, en 1933:
            "El Gobierno actual dió gran impulso a la ocupación de las partes desiertas del Chaco, y bien podría hacerlo puesto que eran suyas. La base misma de esta penetración establecía que nuestros expedicionarios evitarían todo choque con fuerzas paraguayas, no porque existiese en el Chaco una situación jurídica que nos obligase a este respecto, sino simplemente porque no queríamos turbar la paz, pudiendo deferir la definición del pleito a un arbitraje futuro. En una de esas expediciones el Mayor Moscoso, a la cabeza de hombres ocupó un fortín paraguayo a orillas de la Laguna Chuquisaca; haciendo una descarga de fusilería. La pequeña guarnición paraguaya huyó sin dejar ningún muerto ni herido".
            El mundo comienza a advertir dónde reside la responsabilidad de la guerra. Espíritus esclarecidos, conciencias altivas que escapan a la cotización de los mercaderes, lo denuncian en sus escritos. Y la Dirección General de la Unión Hispano Americana, ha fulminado desde Quito al gran culpable de la agresión al Paraguay. He aquí el histórico documento:
           
            La Dirección General de la U.H.A., de acuerdo a sus principios, y

                                   Considerando:           

            Que el Presidente de la República de Bolivia, Daniel Salamanca, se ha manifestado contrario, al cese de hostilidades con la hermana República del Paraguay, según propuesta que le hizo la Unión Hispanoamericana;
            Que el Presidente del Paraguay don Eusebio Ayala, respondió a la U. H. A., dispuesto a un arreglo;
            Que Salamanca, influenciado por empresas extranjeras ha desechado toda intervención razonable;

                                   Resuelve:

            Declarar autor responsable del conflicto del Chaco al Presidente de Bolivia, Daniel Salamanca;
            Invitar al pueblo de ese hermano país al derrocamiento del mandatario;
            Inscribir el nombre de Daniel Salamanca como traidor al ideal hispanoamericano:           
                                               Quito, 26 de Mayo de 1934.

(Publicado en el Nº 212 de "Hispanoamérica", Órgano oficial de la "Unión Hispanoamericana"):

            ¡Palabras consoladoras! Los héroes que murieron defendiendo un ideal de patria y de justicia, al escucharlas en el limbo donde moran, podrán comprobar que no todo es bajo mercantilismo en esta tierra, que aún hallan su premio en el mundo moral los sacrificios colectivos en aras de la dignidad humana.

NOTAS

(1) "Se trata claramente de un statu-quo de posesiones". Segundo Memorándum Boliviano, Libro Blanco, pág. 65.
(2) Paz Soldán, Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. El Sr. O'Leary hizo valer el primero, este dato fulminante.
(3) Las notas del caso son las siguientes:

NOTA DE LA CANCILLERIA ARGENTINA AL ENCARGADO DE NEGOCIOS DEL PARAGUAY EN BUENOS AIRES, COMUNICANDO EL ACATAMIENTO DEL FALLO HAYES.
Buenos Aires, Febrero 5 de 1879.
Señor Encargado de Negocios:
            Este gobierno ha recibido oficialmente el Laudo en que el señor Presidente de los Estados Unidos de Norte América declara que el territorio comprendido entre el Río Verde y el brazo principal del Pilcomayo, incluyendo la Villa Occidental, pertenece a la República del Paraguay.
            Según el art. 12 del Tratado de Límites entre ambas naciones, celebrado en esta ciudad el 3 de Febrero de 1876, a los seis meses de pronunciado el fallo, deberían nombrarse los comisarios para determinar el valor de las edificios de la República Argentina existente en ese territorio, de lo cual se induce que pudiera entretanto, retenerlo en su poder.

            * Pero el Gobierno Argentino; que no puede ni debe discutir la justicia del fallo pronunciado, no quiere tampoco demorar su inmediato cumplimiento y ha impartido en consecuencia las órdenes correspondientes al señor Gobernador del Chaco, para que, a la mayor brevedad posible, proceda a desocupar el mencionado territorio y ponerlo a disposición del Gobierno Paraguayo.
            Abundando, además, en los sentimientos de amistad y de benevolencia que siempre le ha sido grato abrigar respecto del Paraguay, ha resuelto dirigirse oportunamente al Congreso Nacional recabando su consentimiento para renunciar a toda Indemnización por los edificios a que me acabo de referir.
            No duda el Gobierno de que el Congreso Argentino, participando de los mismos sentimientos, se apresurará a acordarle la autorización necesaria para la cesión indicada; y confía al mismo tiempo en que el Gobierno de S.S. quiera aceptarla como una demostración sincera de la simpatía y del interés que la República Argentina abriga en favor de la prosperidad de la República del Paraguay.
            Debiendo hallarse en viaje hacia esa capital el señor Encargado de Negocios Argentino en la República del Paraguay, Doctor Don Tristán Achaval, y deseando el infrascripto no retardar esta comunicación, ruego, a S. S. se sirva ponerle en conocimiento de su Gobierno y aceptar las seguridades de su consideración distinguida.

            OTRA NOTA DE LA CANCILLERIA ARGENTINA 

            Buenos Aires, Abril 27 de 1879.
            Señor Encargado de Negocios:

            Tengo la satisfacción de participar a S. S. que por el Ministerio del Interior se ha impartido orden al señor Gobernador del Chaco para que el 30 del corriente proceda a entregar á la República del Paraguay la Villa Occidental y los edificios públicos ubicados en ella.
            Con este motivo saludo a S. S. con mi mayor consideración.

                                                           M. A. Monte de Oca

ACTA DE LA ENTREGA DE LA ZONA LAUDADA

Estando de acuerdo los Exmos., gobiernos de la República Argentina y la del Paraguay, el primero en entregar y el segundo en recibir la Villa Occidental sita en territorios del Chaco, en aquella extensión que determina en el laudo que dió el presidente de los EE. UU. de América en el arbitraje que fue sometido a su fallo, S. E. el presidente de la República Argentina se sirvió autorizar al secretario gobernador interino de los territorios del Chaco, Dr. Don Luis Jorge Fontana, para practicar la diligencia de entrega; y S. E. el presidente de la República del Paraguay, a los señores general don Patricio Escobar, Dr. don Benjamín Aceval y señor Higinio Uriarte, para la recepción.
            En consecuencia, y habiéndose trasladado las comisiones a la "Villa Occidental'', acaban de llevar a efecto el acto de entrega y recepción, hoy 14 de Mayo de 1879 y el gobernador de los territorio del Chaco ha hecho saber en forma oficial a los habitantes de la "Villa Occidental" la diligencia practicada y que desde este momento están bajo el imperio de las leyes paraguayas y la autoridad de esa república, tanto la Villa como el territorio que el laudo determina.
            En fe de lo cual se ha extendido la presente acta que es firmada por las comisiones argentina y paraguaya en dos ejemplares, uno para cada una de ellas, para los fines consiguientes.
                        Patricio Escobar 
                        Benjamín Aceval
                        Higinio Uriarte
                        Luís Jorge Fontana

INFORME DE LA COMISION PARAGUAYA AL P. E.

Asunción, Mayo 16 de 1879.
Señor Ministro
            La comisión especial nombrada por decreto del P E. de fecha 13 del corriente para tomar posesión del territorio reconocido como paraguayo por el arbitraje de Washington y de la Villa Occidental (hoy Villa Hayes) en él incluida, tiene el honor de dirigirse al señor ministro dando cuenta de su cometido.
            Embarcada el día designado 14 del corriente a bordo de la cañonera "Fernández Viera" de la escuadra brasilera, llegó a dicha Villa y fue recibida en la plaza por el señor secretario, gobernador interino de los territorios del Chaco, doctor don Luís J. Fontana y conducida al edificio de la gobernación.
            Tan pronto como los comisionados de ambos gobiernos se pusieron de acuerdo sobre los términos del acta que debía levantarse de la entrega y toma de posesión respectivas, se encaminaron a la plaza donde estaba enarbolada la bandera argentina, siendo las 12 horas del día.
            Una vez allí y formadas las fuerzas paraguayas y argentinas se hizo una salva de veinte y un tiros de cañón y la bandera argentina fue bajada por el mismo señor secretario gobernador interino, después de haber pronunciado breves pero elocuentes palabras alusivas al acto de entrega, de aquel territorio.
            Inmediatamente después la bandera nacional fue izada por los miembros de la comisión paraguaya y saludada por otra salva de veinte y un tiros de cañón, pronunciando el doctor Aceval un breve discurso en nombre de la comisión.
            Acto continuo y al pie de la misma asta en que estaba enarbolada la bandera de la patria, fue firmada en dos ejemplares el acta de la toma de posesión, cuyo original tiene la honra de adjuntar, para que se sirva ponerla en manos del ciudadano Presidente de la República. Dichos ejemplares han sido también firmados por varios de los señores que estaban presentes que quisieron poner su nombre al pié del documento en que consta ese acto solemne.
            La comisión no puede terminar esta nota, sin hacer presente al señor ministro la manera cortés y delicada con que fue atendida, durante los viajes de ida y vuelta, tanto por el señor Vasconcellos, encargado de negocios del Imperio, cuanto por el señor comandante y oficialidad del "Fernández Viera".
            Con tal motivo tiene el honor de saludar al señor ministro con su distinguida consideración.

                        Patricio Escobar
                        Benjamín Aceval       
                        Higinio Uriarte

(Nº Dominical de El Diario, 2 Sbre., 1934).



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ENLACE A DOCUMENTO RELACIONADO:



PARAGUAY – BOLIVIA
CUESTIÓN DE LÍMITES
EL DERECHO DE DESCUBRIR Y
CONQUISTAR EL PARAGUAY O RIO DE LA PLATA
RUINA DE LA 2º TESIS BOLIVIANA
(2a Conferencia del
DR.
MANUEL DOMINGUEZ)ASUNCIÓN
Talleres Gráficos del Estado
1918
  

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