EL DOCTOR LUIS A. RIART Y LA DEFENSA DEL CHACO
GUSTAVO A. RIART
Edición del autor.
Impreso en CROMOS S.R.L.
Asunción – Paraguay
1987 (233 páginas)
INDICE
A MODO DE PRÓLOGO INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
DESCUBRIENDO LA PENETRACIÓN BOLIVIANA
CAPITULO II
EL PLAN SCHENONI
CAPITULO III
GESTIONES ANTE EL GOBIERNO ARGENTINO
CAPITULO IV
ADQUISICIONES DE ARMAMENTOS
CAPITULO V
OCUPACIÓN MILITAR DEL CHACO
CAPITULO VI
PROSIGUE LA OCUPACIÓN MILITAR DEL CHACO MAPA DE OCUPACIÓN
CAPITULO VII
LA FORMACIÓN DE FUTUROS CONDUCTORES
CAPITULO VIII
ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS
CAPITULO IX
FINANCIACIÓN DE LA PREPARACIÓN MILITAR
CAPITULO X
DE 1927 A 1932
CAPITULO XI
ORGANIZACIÓN DE LA ECONOMÍA DURANTE LA GUERRA DEL CHACO
CAPITULO XII
HACIA LA CONFERENCIA DE PAZ
CAPITULO XIII
EL 12 DE JUNIO
CAPITULO XN
EL TRATADO DEFINITIVO DE PAZ
CAPITULO XV
QUIÉN FUE EL DR. LUIS A. RIART
ANEXO
SECCIÓN SECRETA DEL HONORABLE SENADO, DÍA 24 DE MAYO DE 1927
I - DESCUBRIENDO LA PENETRACIÓN BOLIVIANA
Durante el gobierno provisorio del Dr. Eligio Ayala se dio término a la revolución de los años 1922-23, concluida la cual se planteó la cuestión de la candidatura presidencial para el periodo constitucional de agosto de 1924 a agosto de 1928.
Habiendo sido declarado el Dr. Eligio Ayala candidato por el Partido Liberal, éste presentó renuncia a su cargo ante el Congreso Nacional el día 6 de marzo de 1924. Eran los tiempos de la Constitución de 1870 por la cual el Presidente de la República no podía ser reelecto por dos períodos consecutivos, aunque sí en períodos alternos.
En sesión del Directorio del Partido Liberal efectuada el martes 11 de marzo del mismo año, se designó por unanimidad al Dr. Luis Alberto Riart, entonces Ministro de Hacienda, candidato para la Presidencia provisoria de la República. El Dr. Riart era una personalidad política madura y de reconocidos méritos dentro de su partido.
El 17 de marzo, fecha del décimo tercer aniversario del asesinato del Dr. Adolfo Riquelme, a las 9:30 se reunió el Congreso en Sesión Extraordinaria de acuerdo al Decreto de Convocatoria del Poder Ejecutivo del día 13, para la consideración previa de la renuncia del Presidente Provisorio Dr. Eligio Ayala y la designación de quien debería completar el período. La candidatura del Dr. Luis Riart fue aprobada por unanimidad.
Durante su presidencia se pudieron constatar dos hechos muy importantes que afectaban nuestra soberanía, uno de ellos ya sospechado anteriormente.
El primero, que pobladores de la incipiente Clorinda mientras se agitaba el problema de límites en el Pilcomayo, aprovechando la revolución paraguaya habían realizado una excavación que comunicaba aquel curso con el riacho Negro, pocos kilómetros aguas arriba de Puerto Elsa, en un sitio en que ambas corrientes tenían una separación de escasos cientos de metros al que se denominó "El Reventón". Con ello se provocó un desvío de las aguas del Pilcomayo hacia el norte, que ya no desembocaría frente a Yukyry al sur de Lambaré sino frente al Puerto de Asunción. Se superó la situación ubicando un pequeño destacamento de Marina en Puerto Elsa, con el que se aseguraba nuestra soberanía.
El segundo más grave, la penetración profunda del ejército boliviano al este de la línea del statu quo establecido por el tratado Soler-Pinilla de 1907 y ratificado por los protocolos Ayala-Mujía del 5 de abril de 1913, Moreno-Mujía del 19 de julio de 1915, Moreno-Mujía del 15 de junio de 1917 y Moreno-Mujía del 28 de junio de 1918. Este último, prorrogaba la vigencia del statu quo hasta el día de la definición de alguna de las proposiciones de arreglo directo y en el caso de que esto no fuera posible establecía que, se debía declarar en un protocolo el último plazo dentro del cual tenía que convenirse el arbitraje.
Entre 1904 y 1909 los bolivianos habían fundado sobre el Pilcomayo tres fortines: Villa Montes, Guachalla y Ballivián, todos al oeste del meridiano 62º O de Greenwich. El punto más avanzado era Linares, unos 20 kilómetros al este del meridiano 62º 0 y aproximadamente a la altura del meridiano 61º 45' frente al puerto argentino Cabo Irigoyen.
Al parecer entre 1907 y 1913 Bolivia había establecido dos fortines más: Magariños y Esteros. Magariños a diez kilómetros al Norte del Pilcomayo y al este del meridiano 61º 20' frente al fortín argentino Palmar y Chorotes, y Esteros sobre el meridiano 61º frente al fortín argentino Pájaros y Puerto Media Serna; al parecer este fortín fue abandonado tras el primer intento y refundado hacia 1923.
Estas informaciones fueron ampliamente confirmadas por comisionados paraguayos enviados a través del territorio argentino de Formosa, los cuales además recogieron noticias sobre la presencia de otros fortines hacia el norte en el interior del Chaco.
Esto convenció definitivamente al Dr. Riart de las intenciones de Bolivia de realizar su penetración militar en el Chaco lo más profundamente posible. Ante la carencia de noticias suficientes, aquella nación provocaría finalmente la guerra creando situaciones de hecho que, dado el estado lamentable de nuestro ejército desquiciado por la revolución de los años 1922-23, nuestra obsolescencia en cuanto a organización y armamentos y nuestra situación de país pobre en lenta recuperación luego de la hecatombe del 65-70, nos ponía en una situación de presa fácil.
Todo esto constituyó una preocupación casi obsesiva para el Dr. Riart y aun cuando su mandato era provisorio y breve, consideró que cada minuto que se ganara contribuiría a mejorar nuestras perspectivas para el futuro.
Fue así que, aunque abocado a la empeñosa tarea de realizar elecciones nacionales debió a su vez atender otros asuntos prioritarios de su gestión. En primer lugar rehacer la organización administrativa, ya que la mitad de los funcionarios públicos, sobre todo de la campaña, en todos los órdenes, se habían acoplado a la revolución o abandonado sus cargos. Además reencauzar la economía. También se dispuso a echar las bases, al menos teóricas, de la organización militar para la defensa, a cuyo efecto el 9 de abril realizó una reunión del Consejo de Ministros en la que expuso detalladamente las informaciones recogidas y el 14 de julio efectuó otra reunión del gabinete en su domicilio particular. En esta última expresó a sus colaboradores su preocupación, refirió los hechos y pidió que le expresaran su punto de vista respecto a la conducta boliviana y medidas que se deberían tomar para situar al país en condiciones defensivas.
Reunidas las opiniones de los Sres. Ministros del Interior, Don Belisario Rivarola; de Relaciones Exteriores, Don Rogelio Ibarra; de Hacienda, Don J. Eliseo Da Rosa; de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Don Lisandro Díaz León y de Guerra y Marina, Cnel. Manlio Schenoni L., de esta reunión se labró un acta que se transcribe en la versión taquigráfica del 24. V. 1927.
Convocó el 30 de julio, siempre en su domicilio particular y bajo la más absoluta reserva al Ministro de Guerra, al Inspector General del Ejército Gral. Patricio Escobar y al Coronel Manuel Rojas, a quienes en la oportunidad les comunicó con inquietud las informaciones recibidas y los puso al tanto de las gestiones diplomáticas, enfatizando la posición legalista y pacifista de nuestra cancillería. Expresó asimismo que la preocupación sobre la deficiente preparación militar que requería una rápida reorganización no era solamente suya sino de todo el gabinete. En posesión de estas informaciones estrictamente secretas pidió a cada uno de ellos que elaborara un plan de reorganización del ejército permanente, formulara las bases para una movilización ordenada y consignase el armamento necesario para responder a los requerimientos bélicos así como el costo aproximado de la ejecución del plan.
El 4 de agosto se efectuó la segunda reunión de Jefes en la que presentaron sus informes el General Patricio Escobar y el Cnel. Manuel Rojas, no así el Sr. Ministro de Guerra y Marina Cnel. Manlio Schenoni L., quien expresó que no había completado su estudio y que no podía referirse al cálculo de armamento ya que la decisión correspondía al nuevo gobierno que se integraría en pocos días más.
Acta de14 de agosto de 1924
"El cuatro de agosto de mil novecientos veinte y cuatro, reunidas en la casa habitación del Señor Presidente de la República, por llamado del mismo, los señores Cnel. Don Manlio Schenoni L.; Ministro de Guerra y Marina; General de Brigada Don Patricio A. Escobar, Inspector General del Ejército y Cnel. De la Nación Don Manuel Rojas A., el Señor Presidente manifestó que el objeto de la convocatoria era la de que los señores jefes presenten sus pareceres sobre las cuestiones planteadas en sesión del 30 de julio p.pdo. y concedió la palabra al señor Ministro de Guerra quien expuso:
"1. Que no habiendo terminado su proyecto de plan de organización no le era posible hablar sobre el particular. Que un trabajo de esa naturaleza no podía abordarse a la ligera; en consecuencia, no podía referirse a cálculo alguno sobre armamento, etc. Que por lo demás, el examen del trabajo así, correspondería al nuevo gobierno que se inauguraría dentro de unos días.
"2. Que el gobierno, por el momento, no perdería tiempo buscando desde ya el dinero que estuviera a su alcance y que él fijaba como comienzo de esta acción para pensar en adquisiciones la suma de un millón de pesos oro sellado, sin incluir en esta cantidad lo que habrá de invertirse en edificaciones militares en el país".
"A su turno el general Escobar expuso:
"que resumiendo y concretando su proyecto de organización eventual, compenetrado suficientemente de la exposición que S. E. ha bosquejado el miércoles último. su pensamiento en torno al momento grave que atraviesa el país en su posición internacional, mirando de cerca su relación delicada con Bolivia en lo atingente a la cuestión de límites y la necesidad perentoria de armarse dentro de las más grandes precauciones y a la brevedad que el caso reclama, que asegure el éxito de nuestra observación, de manera que la suspicacia internacional no pudiese entrabar nuestro propósito fundamental que consiste en colocar al país en condiciones de soportar una contingencia, en un caso desgraciado, en que la diplomacia falle o carezca de eficacia suficiente, de modo a consagrar el derecho que nos atribuimos sobre el Chaco, ha querido sintetizar su manera de ensayar, dentro del apremio en que nos encontramos, la base de una organización adaptada a las circunstancias, en cuanto responde de inmediato a la necesidad de satisfacerse, sin salir de una dotación económicamente considerada voluminosa si se quiere, como sería un efectivo de cuatro mil hombres, que tomo como base para la formación de las distintas unidades del ejército, combatientes y no combatientes.
"Con los cuatro mil hombres consignados, constituye cuatro brigadas mixtas, que le servirán de base general para las organizaciones superiores de un "Cuerpo de Ejército" en caso de movilización de un efectivo total de 30.400 de tropas y 1920 de oficiales, de guerra y mayores, en conformidad a la actual división territorial de la parte oriental de la República en cuatro zonas militares".
"El siguiente cuadro consigna la dotación respectiva del personal de jefes y oficiales, tropas y armamentos que constituirán el efectivo permanente de una brigada en una zona militar; el efectivo de su reserva movilizada dentro del cuadro del ejército permanente; el efectivo que cubrirá las cuatro zonas militares al movilizar su primera reserva; y, el personal del Ministerio de Guerra y Marina en sus dependencias, reparticiones superiores del ejército e instituciones militares de enseñanzas, arrojando un total de: Oficiales setecientos ochenta; tropas once mil setecientos; fusiles ocho mil setecientos; ametralladoras setenta y dos; carabinas tres mil trescientos; cañones cuarenta y ocho; aviones doce; y carabinas ametralladoras setecientos ochenta con que se hará frente de inmediato a cualquier eventualidad bajo el punto de vista de que se trata en esta reunión".
"A las armas a adquirirse se debe agregar la compra de veinte y cuatro obuses para la formación de dos regimientos más de artillería en previsión de un reclamo de su concurso, en cuyo caso, se les creará un personal correspondiente".
"Englobo en una cantidad total, las respectivas clases de municiones con que serán dotadas las armas conseguidas del modo siguiente:
Para fusiles, carabinas y ametralladoras - 12.500.000
Para cañones livianos de campaña - 50.000
Para cañones obuses - 50.000
Para carabinas ametralladoras - 2.000.000
"Atento al pedido del Señor Presidente de reducir a lo indispensable el efectivo de tropa que gravitará sobre el presupuesto de guerra (4000 H.) y la cantidad mínima, clase y precio de las armas con sus municiones a adquirirse en la brevedad reclamada por la hora, he trazado mi bosquejo y estoy convencido que más reducción de la ya indicada no cabe hacerse ni en tropas ni en el armamento, si hemos de pensar en la eficacia relativa de la organización-que se piensa y conviene realizarse, cuanto antes sin perder de vista ni un momento la dificultad, a veces insuperable de conseguirse armas después de tendidas las líneas de fuego, o en otros términos, después de la declaración de las hostilidades; porque entonces, los gobiernos vecinos a pretexto de guardar su neutralidad, pueden directa o indirectamente obstaculizar el tránsito de las armas para nuestro país, aparte también de las condiciones onerosas con que podrán ser negociadas.
"En cuanto al precio de las armas o sea el monto total de su importe, estimo conveniente no pronunciarme por carecer de los datos respectivos; pero creo haber dejado margen a quienes deben financiar la adquisición para proceder a una sencilla operación aritmética, es decir, de multiplicar al precio una vez obtenido, por la cantidad de armas y municiones de cada clase.
"Así mismo, prescindo de la provisión también necesaria de equipos y vestuarios para las unidades a organizarse, por no haberse promovido dicha cuestión en esta reunión.
"En cuanto a alojamiento para las organizaciones en proyecto, tampoco me pronuncio, por la sencilla razón de que a nadie se escapa su necesidad y encontrarse en el país los materiales con que podrían construirse en cualquier momento siempre que el presupuesto de guerra los autorice.
"En síntesis y a manera de sustentáculo firme y permanente de la organización bosquejada, llego a la conclusión de que sin pérdida de tiempo, conviene crearse desde ya las instituciones siguientes:
Estado Mayor General del Ejército.
Escuela de Sub-oficiales.
Escuela de Aspirantes a Oficiales de Reserva.
Escuela de Administración Militar.
Escuela de Aplicación.
Escuela de Veterinarios y Herradores.
Escuela de Artificieros, y mejorar las actuales escuelas militares. "Entiendo que para el funcionamiento regular y beneficioso de las instituciones enumeradas, debe echarse mano a oficiales y técnicos extranjeros a contratar en la forma planteada en mi exposición referida, consultando las necesidades a satisfacer, antes que hacer hincapié en las erogaciones forzosas que irrogarán al Estado dichos técnicos; pues sin el recurso de ellos no se llegaría a ningún resultado práctico y hasta tal vez se llegue a malograr el serio propósito de constituir la base primordial de una organización mejor para nuestro Ejército, vale decir, para nuestro país, habida cuenta la carencia de tales elementos en nuestras instituciones armadas.
"Dejo de mencionar en este resumen mis otros puntos de vista, bosquejados en general, en mi larga exposición, de la cual presento este extracto que consulta las necesidades inmediatas para plantearse las organizaciones base, ó como dicen otros, los esqueletos de los cuadros a formarse en la movilización; pero creo que la necesidad de empezar a trabajar y ocupar el Chaco inmediatamente con el efectivo actualmente en servicio, mas no sea siquiera en los puntos más urgentes; y computarlo con el efectivo previsto de los 4.000 hombres, no puede escaparse a la superioridad, que carga con la responsabilidad de afrontar una emergencia cualquier con cualquier contingente a su alcance para salvar la dignidad de nación. De ahí insisto particularmente sobre este punto, es decir sobre su realización inmediata, mientras se prosiguen las otras gestiones tendiente a proveernos de los demás elementos de acción con que hemos de reintegrar nuestro derecho territorial, que presumo haberse lesionado por parte de Bolivia en la actualidad.
"En estos términos, consigno en resumen y en concreto mi opinión, dentro de la primera en que nos encontramos con relación a la base de organización con que S.E. piensa prevenir las contingencias de una situación, aún más delicada posible en nuestra relación internacional con Bolivia, en torno a la cuestión de límites.
"A su turno, el Señor Coronel Rojas expuso:
"Que conforme al pedido hecho por S. E, en la reunión del 4 del comente dice:
a) Que en vista de la situación internacional por la que atravesamos y las consideraciones expuestas por S. E., es urgente organizar el ejército sobre bases de unidades de instrucción y de batalla que pueden dar al país el órgano eficiente para su defensa (organización leída a S.E.).
b) Crear el Estado Mayor General.
c) Recursos para adquisición de material de guerra y construcciones militares.
d) Contratación de oficiales instructores.
e) Organizar en el país las oficinas de movilización.
"Para comenzar las adquisiciones del material de guerra en Europa, es de necesidad que el gobierno disponga de la suma de dos millones de dólares, que la comisión de adquisición deberá ir girando a la medida de las entregas, que calculo un año y medio más o menos.
"Las adquisiciones urgentes a que he hecho referencia se concentran en el cuadro adjunto.
"Las demás necesidades se podrán ir cubriendo poco a poco.
ARMAMENTO
Fusiles con yataganes - 15.000
Ametralladoras pesadas - 100
Ametralladoras livianas - 200
Fusiles ametralladoras - 100
Cañones de campaña de 75 mm, de los cuales tres baterías a caballo - 40
Obuses de 105 - 28
Cañones montados en camión - 12
Ametralladoras de auto oruga - 4
Carabinas con yatagán - 5.000
Carabinas ametralladoras - 1.000
Aviones - 10
Estaciones radiográficas - 10
EQUIPOS
Monturas completas de caballería - 5.000
Equipo de artillería (20 baterías) - 3.000
Infantería - 15.000
Otras armas - 2.000
Materiales de trenes militares
Material de ingenieros - Según recursos disponibles.
"Con lo que se dio por terminado el acto firmando todos los presentes. Luís A Riart, Manlio Schenoni, Patricio A. Escobar y Manuel Rojas A.
Con estos elementos de juicio el Dr. Riart, antes de la transmisión del mando presidencial, mantuvo una larga entrevista con el Dr. Eligio Ayala durante la cual le proporcionó todas las informaciones, su preocupación y su convencimiento de que la intención boliviana era la de penetración profunda en el Chaco hacia el Río Paraguay para provocar situaciones de hecho y de que la guerra sería inevitable más tarde o más temprano salvo que el Paraguay se preparase suficientemente, por aquello de que "si vis pacem, para bellum".
El Dr. Eligio Ayala estuvo plenamente de acuerdo con esta posición y en la necesidad de acelerar en lo posible la organización y el rearme del ejército nacional, proceder a la ocupación militar paulatina y sistemática del Chaco y adquirir el armamento necesario, dentro de la más absoluta reserva a fin de no inquietar al adversario.
El 15 de agosto de 1924 se hizo cargo de la Presidencia Constitucional de la República el Dr. Eligio Ayala y aun cuando muchos esperaban que el Dr. Riart volviera a ocupar la cartera de Hacienda donde le cupo una brillante actuacióny el Cnel. Schenoni la de Guerra y Marina, el Dr. Ayala constituyó su gabinete de la siguiente manera:
Relaciones Exteriores y Culto, Dr. Enrique Bordenave
Hacienda, Dr. Manuel Benítez
Guerra y Marina, Dr. Luís A. Riart
Interior, Dr. Belisario Rivarola
Instrucción Pública, Dr. Adolfo Aponte.
El Dr. Eligio Ayala era un civilista y desconfiaba de los militares políticos. Tenía muy presente sobre todo la actuación de Albino Jara y Adolfo Chirife. Por otra parte el Cnel. Schenoni había postergado su informe largamente sin una clara justificación, ya que era considerado el militar más capacitado para esta clase de trabajo. Finalmente, lo presentó a requisitorias del Presidente de la República y fue el más completo.
Con ese gabinete se desarrolló un programa racional y estrictamente confidencial de defensa dentro de las posibilidades económicas, humanas y técnicas de la nación.
Por un lado se estructuró el plan económico y financiero a fin de recuperar el crédito internacional cuya obtención había llegado a un punto crítico. Este implicaba austeridad en el presupuesto, a fin de acumular fondos para la adquisición de armas y equipos militares, que más tarde sirvieron también para financiar la iniciación de la guerra, y un programa de reactivación económica, todo bajo el signo de la más absoluta y total honestidad de gobernantes y funcionarios de la administración pública.
Por otra parte se formuló un programa de reorganización del ejército y la armada, y más adelante, de ocupación militar paulatina del Chaco, para asegurar el dominio del Río Paraguay.
El estado de las fuerzas armadas nacionales a mediados de 1924, luego de la revolución de 1922-23, era realmente desastroso. Contaba apenas con los siguientes recursos humanos y técnicos: 130 jefes y oficiales, de ellos tan solo 85 de guerra; 2381 individuos de tropa para todas las armas y servicios, incluida la armada; 4101 fusiles, de los cuales 2485 eran aceptablemente útiles; 26 ametralladoras de todos los tipos, sólo 18 en condiciones; 17 cañones para el ejército, todos ellos inservibles, salvo tal vez cuatro; 15 cañones de marina, todos caídos en desuso; 7 ametralladoras pesadas de marina calibre 37 mm., los famosos "pumpum"; tres pequeños buques anillados. La organización castrense incluía un Inspector General del Ejército y tres zonas militares en Concepción, Paraguay y Encarnación.
Los reglamentos militares, eran arcaicos, anteriores a la primera guerra mundial, como si ese gran cataclismo no hubiese desencadenado fundamentales cambios en la táctica y en la logística. El Reglamento de Ejercicios para la Infantería había sido editado en 1909. En el mismo la marcha al combate, la dirección del fuego y los movimientos de las unidades en el campo de batalla se hacían por medio de toques de corneta, y los ataques en líneas de tiradores densas. De esta misma época era el Reglamento de Servicio en Campaña para el Ejército y algo más moderna la Guía para la Instrucción de la Táctica para las Reales Escuelas Militares de Prusia, traducida al castellano bien tardíamente y mandada editar por el Ministerio de Guerra y Marina en los Talleres Gráficos del Estado en 1917 para el uso en nuestro ejército. Todos estos textos manifestaban la influencia de la formación prusiana de los jefes militares de la época. Por otra parte, salvo tres o cuatro oficiales, nuestras fuerzas armadas desconocían absolutamente el Chaco, territorio que era sobre todo para los jefes, un gran enigma los que lo conocían no habían llegado más allá de las 20 0 30 leguas del río Paraguay.
En el sector Pilcomayo en junio de 1919 se fundó el fortín El Dorado a escasos 150 kilómetros en línea recta desde Asunción y fue destinado al confinamiento y castigo de tropas indisciplinadas. Más tarde se transformó en el fortín General Delgado, y fue abandonado durante la revolución del 22-23.
En el norte el puerto y población de Bahía Negra fue fundado el 30 de julio de 1903, doce leguas al norte de Bahía Negra el fortín Patria e inmediatamente después el fortín Galpón ocho leguas más al norte. Todos fueron abandonados durante la revolución de Chirife.
En el sector de Concepción, en setiembre de 1921 el Ministro de Guerra y Marina Cnel. Adolfo Chirife, comisionó al Cap. Juan B. Ayala para efectuar una exploración hacia Nanawa, quien constató que los bolivianos se habían internado sobre el Pilcomayo fundando el fortín llamado Esteros. El Cnel. Chirife inició desde su Ministerio un amplio programa de organización del ejército, frustrado por la revolución.
Fuera de este reconocimiento del Cap. Ayala todo el conocimiento del Chaco venía de los colonizadores, estancieros, empresas tanineras y misiones evangélicas, cuyos informes eran vagos e imprecisos.
En todo el período de la post guerra del 65-70, a pesar de estar vivo el problema limítrofe con Bolivia, había primado un espíritu derrotista que se estampó en los convenios de límites firmados sobre la frontera en el Chaco. Así, el tratado de Decoud-Quijarro, cedía a Bolivia 200.000 kilómetros cuadrados sobre un total de 324.000 sin discusión de títulos; el de Aceval-Tamayo reservaba al Paraguay 103.000 kilómetros cuadrados, sometiendo al arbitraje 40.500 y dando a Bolivia el resto; el de Benítez-Ichazo reservaba al Paraguay 104.000 kilómetros cuadrados y cedía a Bolivia 220.000. 'Es recién con el tratado Soler-Pinilla de 1907 que se mejoraron las condiciones para nuestro país, ya que se reservaba para el Paraguay 178.000 kilómetros cuadrados y para Bolivia 38.000 al oeste del meridiano 62 y se sometía al arbitraje 104.000. En las conversaciones previas al tratado entre el Dr. Manuel Domínguez y el Sr. Emeterio Cano el Paraguay hizo valer por primera vez sus derechos.
En consonancia con este espíritu y lo que se llamó el pacifismo paraguayo, los gobernantes de Asunción se despreocuparon del aspecto militar de la defensa. Desde 1870 a 1924, ningún gobierno, ningún jefe militar, ningún partido político o entidad patriótica consideró de vital importancia la preparación castrense del país.
Las adquisiciones de armas se hicieron mirando la defensa de las instituciones, y de los gobiernos.
Al advenimiento a la presidencia del Cnel. Escurra el ejército contaba con 2000 fusiles Wetterli 300carabinas Remington, cuatro cañones Krupp de 75 y cuatro de 80 con cierre a cuña y sin retroceso, es decir para entonces piezas ya obsoletas. Con motivo de la revolución de 1904 el Cnel. Escurra hizo adquirir ocho cañones ametralladoras Maxim de 37 mm., los famosos "Pum-pum", que eran los más modernos de la época.
A raíz de la revolución de 1904 ingresaron algunos elementos bélicos no muy significativos al arsenal nacional. En 1906 fue enviado a Europa el Cnel. Duarte, quien adquirió 8500 fusiles de infantería con sus bayonetas; 1500 carabinas de caballería; ocho cañones Krupp de montaña de 75 mm; seis ametralladoras Maxim de 7,65 mm, todos ellos con abundantes municiones y repuestos; además uniformes, frazadas, carpas, cantimploras, y paquetes sanitarios individuales para 10.000 hombres que fue el aporte más importante para el ejército.
Con motivo de la revolución liberal contra el Cnel. Albino Jara los revolucionarios adquirieron 3000 fusiles; seis cañones de montaña de 75; ocho cañones de marina de 76 mm; un cañón de marina de 196, apodado "El Abuelo"; doce ametralladoras pesadas de 7,65; y tres barcos: "Constitución", "Adolfo Riquelme" y "Gral. Díaz".
En 1911 se adquirió en Chile cuatro cañones Armstrong de campaña de 75 y dos de marina de 76. Durante la revolución de 1922 aparecieron 1500 fusiles de 7,65, llamados "cívicos", que fueron adquiridos a causa de la revolución de los cívicos y estaban depositados en el exterior, y en 1923 se compraron 2500 fusiles y doce ametralladoras de calibre 7.
Sin embargo tanto la estructura militar como el parque de guerra fueron desquiciados una y otra vez en las repetidas "revoluciones" y "golpes militares" que asolaran el país desde 1870 a 1922. Con demasiada frecuencia se escuchaba en ,el país estruendo bélico, allí donde había alguna guarnición de soldados, que anunciaba, no como en el pasado, la gloria de las armas nacionales, sino la vergüenza de los motines.
Tantas revoluciones como las de Caballero y Cándido Bareiro; Caballero y Escobar; la de 1904; la de Jara en 1908; la de los colorados en 1909; la de Riquelme en 1911; la de Gondra en febrero y noviembre de 1911; la de los colorados en febrero de 1912; la de Jara en marzo de ese mismo año; la de los jaristas, colorados y cívicos; en enero de 1915; y la de Chirife en 1922 con apoyo de los colorados, sólo sirvieron para minar la economía nacional, sumir al país en la zozobra; desatar persecuciones y hacer imposible un gobierno bueno, regular o malo.
V - OCUPACIÓN MILITAR DEL CHACO
En 1885 con la Ley de Ventas de Tierras Públicas, del 16 de julio, y el Decreto del 27 de octubre del mismo año, se procedió al loteamiento del Chaco Paraguayo desde el río Paraguay hasta el meridiano 6200, de Greenwich y desde el Pilcomayo hasta el paralelo 21º S., las fracciones se vendieron casi por completo, aun cuando no todas fueron habitadas por sus compradores, sobre todos las más alejadas del río Paraguay. Con ello se obtuvo, sin quererlo, una efectiva ocupación de las tierras chaqueñas, si bien por una minoría latifundista, como un concreto acto de soberanía. Probablemente si no se hubieran vendido a vil precio, como se hizo, nadie las hubiera comprado.
En 1890 se estableció en el Chaco una misión evangelizadora anglicana, destinada a los indígenas, en un lugar llamado Riacho Fernández sobre el paralelo de Concepción y hacia 1907 se trasladó a otro sitio denominado Maka la Waya, en idioma lengua, donde se asentó la Misión Central o Misión Grande.
Hacia 1916, penetrando más hacia el interior, la Iglesia Anglicana fundó otra misión cerca del lugar denominado Nanawa, a la que llamó por ese nombre o Misión Chica, que más tarde iba a ser escenario de cruentas batallas.
En 1902 fue fundada Bahía Negra, un poco al Norte del puerto donde el gobierno boliviano arteramente intentó establecer un puerto que denominó Pacheco, del que fueron violentamente desalojados sus ocupantes por tropas paraguayas. Después, fueron fundados los Fortines Patria y Galpón, durante la presidencia de D. Emilio Aceval.
Entre 1870 y 1905 no se efectuó ninguna expedición militar al interior del Chaco, ni se fundó ningún fortín o puesto militar.
En 1905 los Mayores Alfredo Aponte y Crisóstomo Machuca, el Cap. Rodolfo Ayala y los Ttes. Francisco Brizuela y Fermín Casco con una unidad de infantería se internaron en el Chaco entre Bahía Negra y Fuerte Olimpo para batir a indios alzados en esa zona.
En 1906 el Mayor Américo Benítez exploró el Chaco frente a Concepción hasta la Misión Central o Misión Grande inglesa y el Mayor Schenoni extendió una línea telegráfica desde Villa Hayes a la torqueta del río Pilcomayo.
En 1913 el Capitán Elíseo Salinas recorrió el estero Patiño y el Cap. Cristino Torres con el Tte. Pedro López se internaron por el Alto Pilcomayo, llegando hasta Esteros.
En 1914 el Cap. Ramón Bejarano, saliendo de Villa del Rosario, siguió el curso del río Negro, pasó a Puerto Esperanza sobre el Confuso, de allí a El Dorado sobre el Pilcomayo y luego regresó en canoa hasta Asunción.
En 1917 el Cap. Washington Segovia exploró al oeste de Puerto Guaraní hasta 40 leguas del río Paraguay, en una expedición que duró nueve meses. El Tte. Solano Mendoza se internó al oeste de Concepción hasta 20 leguas.
Aproximadamente a 36 leguas al noroeste de Asunción, sobre el río Pilcomayo, funcionaba un obraje que trabajaba maderas y palmas para el aserradero de Puerto Galileo, situado este a siete leguas al noroeste de aquella ciudad sobre el mismo río. En los primeros días del año 1919 se produjo un malón de indios maká que exterminó a los ocupantes e incendió las instalaciones. Denunciado el ataque, el gobierno nacional envió una expedición militar al mando del Cap. Washington Segovia. Constatados los hechos se estableció en el sitio una pequeña guarnición militar al mando del mismo Cap. Segovia denominada fortín El Dorado, que tiempo después se constituyó en asiento de una unidad disciplinaria del ejército a la que eran destinados los individuos de tropa castigados.
En 1919 el Cap. Enrique Jess exploró el Monte Lindo hasta 252 kilómetros por agua y 19 leguas por tierra.
El Fortín Gral. Bruguéz fue fundado el 29 de junio de 1919 sobre el brazo sur del río Pilcomayo, a la altura del meridiano 58º49'O de Greenwich, por el mismo Cap. Segovia en la propiedad del Sr. Smeidt, quién nombró jefe de la unidad al Tte. Valentín Morínigo.
Poco tiempo después se fundó, el 26 de marro de 1921, por el mismo Cap. Segovia y los Ttes. Hipólito Radice y Carlos Varela, a 3 Kms. más al S., el fortín General Delgado, sobre el río Pilcomayo, a la altura del meridiano 59º15'O., de Greenwich al que se trasladó la guarnición de "El Dorado" y su primer comandante fue el Tte. Egon Greiwald.
En setiembre de 1921 el Cnel. Adolfo Chirife, entonces Ministro de Guerra y Marina, comisionó al Cap. Juan B. Ayala para efectuar una exploración hacia Nanawa, donde estaba asentada la Misión Chica.
El Cap. Ayala salió de Concepción el 14 de setiembre en compañía de un soldado. Llegó a Misión Grande o Central, donde fue recibido por el Superior, Mr. Thomas, quien le proporcionó indios baquianos.
Acompañados del misionero Francisco Logan emprendieron viaje hacia Misión Chica. Marchando tres días hacia el oeste y luego al sur, llegaron a una toldería de Chulupíes gobernada por el cacique Tojai, ubicada cerca del Pilcomayo quien les informó que los bolivianos estaban instalados sobre el río en el fortín llamado Esteros a una jornada de camino al noroeste. Con este informe del Cap. Ayala, el Cnel. Chirife dispuso que efectivos de la II y III Zonas se trasladaran al interior del Chaco, pero el 27 de Mayo del siguiente año este jefe inició la revuelta armada que enlutó al país por largos meses y lo planeado para la ocupación militar del Chaco quedó en la nada.
El 5 de junio de 1923 el Tte.1º. Federico W. Smith fundó el Fortín Cabeza de Tigre.
En 1924, el Cap. Hipólito Radice fue comisionado para restablecer los fortines del Pilcomayo, abandonados durante la revolución del 22-23.
En cuanto a Bolivia, hasta 1909 había fundado sobre el Pilcomayo los fortines Villa Montes, Guachalla y Ballivián, todos al oeste del meridiano 62ºO de Greenwich. El fortín más avanzado era Ballivián, a unos 10' al oeste del meridiano 62º O.
Entre 1909 y 1913 fundó tres fortines más: Linares, Margariños, y Esteros, éste último situado en el meridiano 61º O., donde se inicia el estero Patiño, de allí su nombre. Este fortín fue inicialmente abandonado para luego ser refundado.
En los primeros meses de 1924, más precisamente en el mes de mayo, durante la presidencia provisoria del Dr. Riart, diversas fuentes y especialmente informes del Sr. Manuel Gondra desde Buenos Aires, y enviados especiales através del territorio argentino de Formosa, habían dado noticias ciertas de la penetración boliviana al este del Meridiano 62º0, informes casi seguros de la existencia de otros fortines situado al este y norte del fortín Esteros tratando de sortear el Patiño.
Se dio orden al comandante de la zona de Concepción de enviar una exploración hacia Nanawa (Misión Chica), para cuyo cumplimiento se comisionó al Tte. Juan T. González Ferreira, a quien acompañó el ciudadano austríaco Enrique Hamerlik, supuesto conocedor de la región.
El Tte. González Ferreira salió de Concepción el 18 de junio llegando a Nanawa (Misión Chica) hacia el 30 de junio, momento en que se encontraban de visita algunos oficiales bolivianos venidos del fortín Pte, Saavedra distante de dicho punto unos 45 kilómetros. El Jefe de la Misión, Mr. Thomas, urgió al Tte. González Ferreira, a que volviera, por temer la represalia de los bolivianos, pero en el espíritu del oficial paraguayo quedó la convicción de un largo y estrecho entendimiento entre aquel y los oficiales bolivianos.
Ante estas informaciones, se afirmó en la mente del Presidente Riart y de los miembros del Gabinete la convicción acerca de las intenciones por otra parte evidentes de Bolivia de penetrar profundamente hacia el río Paraguay en el sector de Concepción y por consiguiente la necesidad de fundar un fortín en Nanawa. Ello se concretó en febrero del siguiente año, ya que por su situación a 50 leguas de Concepción era indispensable establecer antes otro fortín de apoyo en su retaguardia. Se ordenó entonces al Comando de la I Región Militar despachar una comisión hasta Nanawa y si fuera posible hasta Saavedra para verificar la situación de este fortín boliviano. El Comandante de la Zona encomendó al Tte. Luís Santiviago que con diez cabos escogidos cumpliera la misión. Santiviago partió de Concepción el 27 de setiembre, llegó a la Misión Grande de Yasemataslo, y allí fue alcanzado por el Comandante del Sector, Cap. Juan B. Ayala, quien iba acompañado del Cap. José María Cazal, los Ttes. Vicente Machuca y González Ferreira, y del Sr. Pablo Vela, quiénes se dirigían a fundar el fortín Comandante Orihuela a dos leguas al oeste de la Misión Grande. En realidad, elegido el sitio, el fortín fue fundado definitivamente por el Tte. González Ferreira con 70 hombres, el 24 de octubre de 1924, a 150 kilómetros de Concepción, sobre el meridiano 59º O de Greenwich aproximadamente.
El 6 de octubre el Tte. Santiviago llegó a Nanawa, confirmó que oficiales y patrullas bolivianas venidas de Saavedra visitaban frecuentemente la Misión, y que el Comandante de aquel fortín era un Cap. Candia. El Tte. Santiviago iba acompañado del Cabo Walter Gwynn, más tarde brillante oficial de la Fuerza Aérea en el Chaco, que llegó a Capitán y moriría en combate sobre Isla Poí el 13 de febrero de 1933, y de Mr. Thomas, director de la Misión Chica. En el fortín Saavedra fueron detenidos todos y puestos en libertad poco después.
De vuelta, en Concepción, el Tte. Santiviago fue comisionado a Asunción para rendir informe detallado al Ministro de Guerra y Marina. En esos momentos el Gobierno Nacional carecía de informaciones sobre Bahía Negra, que había sido militarmente desocupada a raíz de la revolución del Cnel. Chirife. El 18 de octubre, el Ministro de Guerra y Marina impartía instrucciones reservadas al Tte. Cnel. José Julián Sánchez a fin de ocupar aquel puerto.
Las fuerzas puestas a disposición del Tte. Cnel. Sánchez se hallaba constituida por una Compañía de Infantería y una de Ametralladoras, estacionadas en Puerto Sajonia, y una Compañía de Infantería del Batallón estacionado en Concepción.
El viaje a la orden del Tte. Cnel. Sánchez se realizó en el Cañonero "Adolfo Riquelme" y en dos chatas hasta el puerto de Bahía Negra. Las instituciones decían que: "si Bahía Negra estuviera ocupada por fuerzas bolivianas, cualquiera sea su efectivo, debía regresar a ocupar Fuerte Olimpo dando cuenta de inmediato al Gobierno. Que si no estaba ocupada por fuerzas bolivianas debía proceder a su ocupación y disponer las medidas defensivas adecuadas y dentro de las circunstancias del momento".
El Cañonero "Adolfo Riquelme" debía permanecer en Bahía Negra hasta cuatro días después de terminada la operación de desembarco, salvo circunstancias especiales. El aviso "Cnel. Martínez" iría más adelante a estacionarse en esa población una vez terminadas las reparaciones a que estaba siendo sometido.
Al regresar de Bahía Negra, el Tte. Cnel. Sánchez designó Jefe de Plaza al capitán Gaudioso Núñez, a quien debía dejar las instrucciones pertinentes sobre la misión defensiva, como también las complementarias que creyere convenientes.
En el mes de octubre de 1924 se estableció una nueva distribución de las fuerzas nacionales.
La I Región Militar comprendía Concepción, Bahía Negra y San Estanislao. Era Comandante de la Región el Tte. Cnel. José Julián Sánchez.
Estaba estacionado en Bahía Negra un Batallón de Infantería con dos Compañías de Fusileros de 122 hombres cada una y una de Ametralladoras con 50 hombres, más 20 del Comando, en total 314 hombres.
En Concepción se asentaba un Batallón de Infantería con dos Compañías de 122 hombres cada una; una Compartía de Ametralladoras con 50 hombres; una Batería de Artillería de Montaña con 45 hombres, y un Pelotón de Comunicaciones de 60 hombres, más 20 del Comando; en total 429 hombres.
En San Estanislao, había un Escuadrón de Caballería de 115 hombres.
La dotación total de la I Región era de 858 hombres.
El 21 de octubre de 1924 el Tte. Juan T. González Ferreira fundó el fortín Comandante Orihuela en la margen izquierda del riacho Negro a unas 30 leguas de Concepción, como paso previo a la ocupación militar de la zona de Nanawa.
Para entonces el Ministro de Guerra y Marina había determinado cinco sectores de ocupación y penetración militar del Chaco:
l. La línea del Pilcomayo, a la que se accedía por el río Confuso y también por el mismo Pilcomayo.
2. La línea de Concepción, con acceso por vía terrestre exclusivamente hacia Nanawa, y sin caminos.
3. La línea de Puerto Casado, hacia las colonias Mennonitas, para la que se disponía del Ferrocarril Casado hasta el Km 145, y luego de pésimos caminos.
4. La línea de Fuerte Olimpo, que no contaba con caminos.
5. La línea de Bahía Negra, hacia fortín Patria, con pésimos caminos.
Estas líneas de ocupación posteriormente debían comunicarse por vías transversales.
Más adelante se consideró necesario establecer otras dos: la línea de Pinasco y la de Bahía Negra, hacia el oeste.
A fines de 1924 y comienzos de 1925 eran consideradas zonas críticas y de inmediata preocupación la 1 a., 2a. y 5a. líneas, hacia las que se insinuaba claramente la penetración boliviana, mientras que la 3a. y la 4a. al parecer no corrían riesgos inmediatos.
El 4 de febrero de 1925 el Cap. Juan B. Ayala exploró nuevamente hacia el oeste de Concepción y el 2 de marzo el General Belaieff inició el estudio de la zona comprendida entre Nanawa y el Alto Paraguay. Los planos del trayecto por él recorrido, cuyas copias tenemos en nuestro poder, son una maravilla de minuciosidad para los medios de que disponía.
El 30 de marzo el Ing. Eugenio Abramenko estudió el diseño de un camino entre Concepción y el fortín Orihuela, hallando que más al norte de la ruta normalmente utilizada existían tierras más altas que permitían un mejor trazado.
El 15 de febrero el Cap. Juan B. Ayala, acompañado del Tte. 1º. Federico W. Smith, del General Juan Belaieff, los Ttes. 2os. Juan T. González Ferreira y Pedro Cazenave y el Veterinario de 3a. Ricardo H. Jones, fundó el fortín Presidente Ayala, medio kilómetro al oeste de la Misión Chica y a 200 metros del brazo norte del riacho Monte Lindo, 230 kilómetros, aproximadamente al oeste de Concepción en línea recta. Fue su primer comandante el Tte. 1º. Federico W. Smith.
Por Resolución Ministerial S.F. No. 10, se encomendó al Comandante de la I Región el tendido de una línea telegráfica de Concepción a Bahía Negra y de Concepción al fortín Orihuela, dando instrucciones precisas de que su trazado sea paralelo al camino por zonas poco afectadas por el desborde en épocas de creciente, para asegurar la mejor conservación, cuidado, seguridad y mantenimiento de la misma, debía constituir la futura carretera entre Bahía Negra y Olimpo y que como tal era importante sea transitada en todo tiempo. Dicha línea podría tener estaciones intermedias, por lo cual debían elegirse los puestos de mayor importancia por su población y movimiento obrajero. Esto facilitaría el sostenimiento de la abra por las entradas que proporcionaría, lo mismo que su cuidado y vigilancia. En Olimpo se instalaría una estación radiotelegráfica.
Por Resolución Ministerial S.F. No. 11, se encomendaba al 3er. Batallón de Infantería (Mayor Mena), de Villa Hayes, el tendido de una línea telegráfica desde Villa Hayes a la Horqueta del Pilcomayo, es decir hasta el fortín Gral. Delgado.
El 5 de diciembre de 1926, el Cap. Arturo Bray fundó el fortín Gral. Aquino en la margen izquierda del Confuso, en el puerto llamado Esperanza, en vista de que el avance boliviano se insinuaba peligrosamente en dicho sector a partir de la fundación del fortín "Sorpresa", sobre el mismo río. A fines de diciembre se completó el tendido de la línea telefónica entre el fortín Gral. Delgado y Puerto María sobre el Confuso, que era puerto de comunicación fluvial con Asunción.
El 8 de febrero de 1926 por Decreto No. 22.939 se adoptó el uso del color verde olivo para el uniforme del ejército en sustitución del kaki, por ser más apropiado para el mimetismo en el Chaco y facilitar la diferenciación con los bolivianos, que también usaban el kaki.
El 8 de noviembre el Ministro de Guerra y Marina escribió una carta al Sr. José Casado, en Puerto Casado, en la que hacía la presentación del portador, Cap. de Caballería D. Federico W. Smith, comisionado por el Ministerio para cumplir el propósito del gobierno de establecer vigilancia en el interior del Chaco, que iba al frente de un Pelotón de Caballería. Le rogaba prestarle buena acogida y le ilustrara con los datos que había recogido en su larga experiencia de la vida chaqueña.
El día 10 el Ministro envió un cifrado al Cap. Félix Cabrera, Comandante del Batallón de Infantería No. 2 en Concepción, por el cual se le encomendaba el cumplimiento de una comisión militar en el Chaco por Puerto Casado. En una nota de la misma fecha, le ratificaba la necesidad de establecer una línea de ocupación entre ese puerto y el lote 183, perteneciente a Casado Lda., situada entre los 600 40' y 610 O de Greenwich y 220 03' y 220 2T S. En la referida nota decía además: "su realización confiamos a su actividad y patriotismo". Se adjuntaba también carta para el Sr. Casado, de quien señalaba: "El es amigo de Paraguay y del Gobierno. Creo le atenderá muy bien. Podría Ud. gestionar con él, vagones para el traslado de su Compañía a Punta Rieles. También puede adelantarle la provisión de víveres por cuenta del gobierno. Buen viaje y completo éxito le desea su ministro".
A continuación transcribimos el texto de las instrucciones dadas por el Ministro Riart.
Instrucciones del Ministro de Guerra y Marina al Cap. Don Félix Cabrera '"Al frente de una Compañía del Batallón 20 de Infantería, deberá trasladarse a Puerto Casado (Alto Paraguay), si posible fuese el mismo día de recibir las presentes instrucciones, debiendo, para el efecto, embarcarse en el "Coronel Martínez" y otra chata de remolque con todo el personal y equipo. En el puerto citado procederá del modo siguiente:
“1º. Comunicará al Jefe del establecimiento que va comisionado por el Gobierno de la República para ejercer vigilancia en el interior del Chaco Paraguayo y solicitará su concurso para los casos necesarios.
“2º. Al frente de la Compañía se internará en el Chaco rumbo Este-Oeste, hasta treinta leguas en línea recta, más o menos, donde elegirá el sitio conveniente y adecuado para la fundación de un fortín, que por su ubicación será intermedio entre el que fundará en el Lote No. 183 el Capitán Smith y el Puerto de Casado. En el punto elegido, hará construir casas con el material de la región para el alojamiento de la Guarnición.
"3º. Tanto en las marchas como en el acantonamiento, dispondrá la observancia de las medidas reglamentarias de seguridad.
"4º. Establecerá y mantendrá comunicación con el Pelotón de Caballería comandado por el Capitán Smith, que lleva orden de avanzar como vanguardia de ocupación, así como con Punta Rieles del ferrocarril Casado y el puerto.
"5º. El Pelotón de Caballería de Vanguardia quedará a sus órdenes, a cuyo objeto se le acompaña un ejemplar de las instrucciones que lleva su Jefe.
"6º. Mantendrá relaciones de buena vecindad con los indios y les inculcará el sentimiento de la nacionalidad paraguaya.
"7º. En el fortín o guarnición izará el pabellón nacional y no permitirá la llegada de ningún agente sospechoso, sin las mayores precauciones.
"8º. No se comunicará directamente con guarniciones bolivianas; no las visitará ni recibirá en el fortín.
"9º. Evitará choques con patrullas o fuerzas bolivianas; si las hallase anotará su posición y dará aviso; pero si fuese atacado, resistirá hasta que pueda.
"10º. Hará exploraciones frecuentes en la comarca y comunicará el resultado de cada una, sin descuidar las condiciones naturales, aguadas y pasto de los parajes.
"l1º. Usará la clave del Regimiento a cuyo objeto llevará el ejemplar que tiene en su poder.
"12º. Una vez que haya instalado el fortín, establecidas las comunicaciones y tomadas las disposiciones convenientes, dejará el comando al Oficial más antiguo con las instrucciones pertinentes y regresará a su guarnición (Concepción).
"Asunción, noviembre 10 de 1926. "Riart "Ministro de Guerra y Marina"
El 1º de enero de 1927 fue fundado el fortín Isla Poi en el sitio denominado Cacique Ramón, por el Cap. Tranquilino Ortiz Cabral.
El 17 de enero se estableció el fortín Cnel. Martínez, a unas dos leguas al sur del Km. 135 del ferrocarril Casado y como lugar de etapa hacia isla Poí. Lo fundó el Cap. Félix Cabrera, acompañado de Ricardo Melo, los Ttes. Isaías Báez Allende, Atilio Migone, Fulgencio Yegros y Sgto. Manuel Irala Fernández. Su primer comandante fue el Tte. Atilio Migone.
El 17 de enero de 1927 el Cap. Federico W. Smith fundó el fortín Cnel. Toledo, a 130 Km. al oeste de Coronel Martínez y a 75 al noreste de Isla Poí, al oeste de las Colonias Mennonitas y a 325 Km. de Pto. Casado. Su primer Comandante fue el Tte. Alfredo Ramos.
Es en el año 1927 que comienzan a llegar armas, municiones y pertrechos. El ejército ya cuenta con una pléyade de nuevos oficiales de carrera bien preparados técnicamente, animosos y fervientes de patriotismo. Con estos elementos se inició el período de expansión en la fundación de fortines y en la ocupación militar del Chaco.
El 6 de abril de 1927 el Ministro Riart, teniendo conocimiento de que los fortines Patria y Galpón no se hallaban permanentemente habitados, dispuso que el Comando del Regimiento I en Concepción ordenara la ocupación de los mismos, de inmediato, con pelotones destacados del Batallón No. 1, debiendo el Comandante de dicho Batallón instalar personalmente las guarniciones.
El 4 de mayo expidió instrucciones al Mayor de Artillería, don Pablo Sanabria, nombrado Comandante Militar da Bahía Negra:
"1º. La sede de su comando será Bahía Negra.
"2º. Sus atribuciones como Comandante de la Guarnición serán las que los Reglamentos y la Ordenanza General del Ejército establecen. En tal carácter impartirá a las unidades de su Guarnición las instrucciones relativas a los trabajos que deben ejecutar, administración, etc. ejerciendo sobre ellas la supervigilancia reglamentaria.
"3º. La ocupación de Bahía Negra respondió a necesidades de orden político externo. Por consiguiente deben ocupar también permanentemente, como lo están en la actualidad, los fortines Patria y Galpón con pequeños destacamentos que podrán ser relevados cada 15 días.
"4º. Practicará personalmente y por medio de sus Oficiales reconocimientos más o menos lejanos hacia el noreste sobre el curso del río Negro e informará al Ministerio del resultado de cada uno de ellos.
"5o. Procurará informarse constantemente del movimiento militar de los bolivianos, por el río y por tierra, del lado de Puerto Suárez y hacia el interior, del lado del fortín Roboré, comunicando cualquier novedad.
"6º. En caso de que en los reconocimientos hacia el Oeste se encontrase con tropas bolivianas no las atacará pero sí anotará su posición y comunicará.
"7º. Si notase movimiento de tropas bolivianas hacia su guarnición o hacia alguno de los fortines de su Comando, comunicará inmediatamente al Ministerio y aunque no reciba orden de éste se preparará para la defensa y empleando todos sus elementos resistirá hasta que pueda. La orden es que izado el pabellón en cualquier puesto militar de carácter permanente, como son los de su Comando, deberá hacerse el máximo sacrificio para que no sea arriado.
"8º. No visitará ninguna guarnición de los bolivianos, ni los recibirá a éstos.
"9º. Dispondrá que sus Oficiales y soldados traten bien a los indios paraguayos y les inculquen el sentimiento de la nacionalidad.
"10º. Vigilará personalmente las obras en ejecución cuidando de que ellas adelanten y terminen en la mayor brevedad. Solicitará del Ministerio los elementos y materiales que faltaren.
"11º. Preparará la construcción de otras obras que creyere necesarias para la defensa o comodidad de la guarnición. Se le recomienda especialmente la prolongación de la línea telegráfica o telefónica hasta fortín Galpón.
"12º. El Ministerio recomienda especialmente a ese Comando que no omita ninguna instrucción tendiente a mantener a los Oficiales y a tropa de su guarnición en el mejor estado de eficiencia posible.
"Asunción, Mayo 4 de 1927.
"Riart
"Ministro de Guerra y Marina".
Ese mismo día dio instrucciones reservadas al Mayor retirado D. Eugenio Garay, a quien encomendó un delicado trabajo de espionaje en la zona de Puerto Suárez, del que nos ocuparemos más adelante. En esos momentos se temía una probable acción boliviana hacia Bahía Negra.
El 6 de agosto fue designado el Cap. don Eduardo García como Comandante del Sector Pilcomayo, es decir de los fortines Gral. Bruguéz, Gral. Delgado y Gral. Aquino, con residencia en el fortín Gral. Delgado. Debía destacar un pelotón de 20 hombres, en Gral. Aquino y una pequeña guardia de 10 hombres en Gral. Bruguéz, así como efectuar exploraciones al oeste, norte y sur del fortín Gral. Aquino, mantener enlace con los fortines del Sector Presidente Ayala y comunicar al Ministerio los informes obtenidos en ellos. Las demás instrucciones eran idénticas a las contenidas en los puntos 6, 7, 8, 9, 10 y 11 de las del Cap. Félix Cabrera, por lo que no las reproducimos.
La primera progresión boliviana conocida en 1924 fue la producida hacia el sureste, siguiendo el río Pilcomayo hasta Esteros. A esta altura debió eludir el estero Patiño, por lo que se dirigió entonces al este, hacia Concepción fundando los fortines Muñoz y Saavedra. En ese avance tropezaron con el fortín paraguayo Pdte. Ayala (Nanawa). Frenados en Saavedra, torcieron hacia el norte y el sur. Al sur fundaron Tinfunké, Cuatro Vientos y Sorpresa, donde se encontraron detenidos nuevamente por los fortines del Pilcomayo. Es allí donde se produjo el primer enfrentamiento serio entre paraguayos y bolivianos.
El 25 de febrero de 1927, a las 3 de la tarde, el Tte. Adolfo Rojas Silva y ocho soldados fueron apresados en el lugar en que los bolivianos estaban estableciendo el mencionado fortín Sorpresa. Al intentar escapar el Tte. Rojas Silva fue muerto.
Hacia el norte los bolivianos fundaron los fortines Aliguatá y Arce, y más adelante fueron frenados por nuestros fortines Isla Poí y Boquerón. Intentaron luego la penetración hacia el norte, y partiendo de Ballivián fundaron los fortines Conchitas, Campo Jurado, Cabezón, La Clúna, Platanillos y Fernándes. Apartándose del norte siguieron la línea Camacho, Loa, Bolívar, donde se encontraron con Corrales-Toledo.
Más adelante, desde Ravelo, comenzaron a incursionar hacia Fuerte Olimpo fundando Ingavi, Sucre, Madrejón, bíadrejoncito y Baptista, a los que se enfrentaban los fortines paraguayos Gral. Díaz, Mayor Torres; Cerro Corá y Cnel. Bogado, que dependían de Bahía Negra.
XI - ORGANIZACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL DURANTE LA GUERRA DEL CHACO
El 17 de diciembre de 1928, durante el gobierno del Dr. José P. Guggiari, a raíz de los sucesos ocurridos en Vanguardia, por Decreto No. 32.267 fue creada la Junta Nacional de Aprovisionamiento, cuyo funcionamiento fue por entonces puramente nominal.
Cundo sobrevinieron los acontecimientos del fortín Carlos A. López (Pitiantuta) luego del ataque boliviano a Boquerón, fue recreada por Decreto No. 44.420 del 26 de julio de 1932, con el nombre de Dirección de Economía y Abastecimiento, subordinada al Ministerio de Hacienda. De esta Dirección dependían, a su vez, la Junta Nacional de Abastecimiento, la Dirección General e Inspección de Carnes, el Banco Agrícola del Paraguay, el Departamento de Tierras y Colonias, el Parque y Museo de Historia Natural, y las Escuelas Agropecuarias Nacionales. Se estableció un Cuerpo Asesor denominado Consejo General de Economía y Abastecimiento y su Director fue el Sr. Narciso Méndez Benítez.
Ya durante el Gobierno del Dr. Eusebio Ayala, el 26 de agosto de 1932 fue designado Director de la Dirección General de Economía y Abastecimiento el Dr. Luis A. Riart en reemplazo del Sr. Méndez Benítez, que pasaba a ocupar la cartera del Interior. El 9 de setiembre de ese año, por Decreto No. 44.883, se dio nueva estructura a esta Dirección, la cual pasaba a depender administrativamente del Ministerio de Hacienda, aunque su Director informaba y sometía los asuntos y planes directamente al Presidente de la República, por lo cual constituía una verdadera Secretaría de Estado. Tenía a su cargo la "coordinación de todas las actividades económicas del país y su fomento; la regulación del consumo; el desarrollo del intercambio; el mejoramiento de las comunicaciones; el examen del régimen impositivo y el abastecimiento del Ejército y la Marina". El Decreto derogaba los anteriores.
Su organización se llevó a cabo según el siguiente organigrama:
l. Dirección General de Economía y Abastecimiento.
2. Consejo General de Economía y Abastecimiento.
3. Secretaria.
4. Sección Económica.
a. Comisión de Agricultura.
b. Comisión de Ganadería.
c. Comisión de Industria.
d. Comisión de Consumo.
e. Comisión de Intercambio.
f. Comisión Técnica Financiera.
g. Comisión de Comunicaciones.
h. Comisión de Estadística.
5. Sección de Aprovisionamiento.
a. Comisión de Adquisiciones de Artículos de Comercio,
b. Comisión de Adquisiciones Generales.
c. Comisión de Adquisiciones de Transporte.
d. Comisión de Talleres.
e. Comisión de Proveeduría.
f. Comisión de Servicio de Transporte.
g. Comisión de Contabilidad y Tesorería.
Los presidentes de las Comisiones integraban la Junta de Aprovisionamiento, y tenían a su cargo el abastecimiento de las necesidades del Ejército y la marina.
La Dirección de Economía y Abastecimiento fue transformada en Ministerio de Economía el 8 de setiembre de 1933, luego de acalorados debates parlamentarios, pues para su creación se debió recurrir a procedimientos no ortodoxos, pero la evidente necesidad de su creación se impuso.
El 6 de setiembre terminó la discusión parlamentaria de la Ley Reglamentaria del Art.104 de la Constitución Nacional en la que se creaba el Ministerio de Economía con un brillante discurso del Dr. Riart mediante el voto de 12 Senadores a favor y 7 en contra, quedó aprobada la Ley, que llevó el No. 1357. La misma reglamentaba el despacho de los negocios de la Nación que estaban a cargo de Ministros Secretarios de Estado.
El Dr. Luís Riart fue designado Ministro de Economía.
A partir de aquí sintetizamos un extenso trabajo del Prof. Juan S. Chaparro, que no fue publicado por decisión del Dr. Riart.
"El Dr. Riart fue uno de los pocos hombres públicos que comprendió la necesidad de asistir preferentemente a la clase rural que constituía y sigue constituyendo hoy la piedra fundamental de toda nuestra economía".
"En 1933 la población del Paraguay era de 829.929 habitantes, según cálculos estadísticos bien ajustados, con una población rural de 588.374 personas, distribuidas en 111.120 familias, con un promedio de 5,29 personas por familia. La población rural constituía así el 70,9% de la población nacional. De las 111.120 familias 40.193 estaban asentadas en propiedades privadas con apenas 15.000 en tierras propias lo que significaba que el 13,5% eran propietarios efectivos y 70.927, el 86,5%, en propiedades fiscales o privadas".
"En aquellos momentos la estructura de nuestra población era la siguiente: agrícola, 68% ; industrial, 17% ;comercio y transporte, 5% y otras actividades 10% ; es decir una población eminentemente rural"
"Con la guerra, más de 45.000 brazos fueron arrancados de sus hogares, con grave amenaza de que la producción agraria decaiga bruscamente lo que significaría un descalabro económico nacional. La resta de 45.000 brazos agricultores constituía un grave peligro, sin embargo el campo respondió al llamado del Dr. Riart quien dijo: "Los que quedan en los hogares para atender los cultivos deberán atender la labor propia de los que se habían ausentado a los campamentos, correspondiéndoles desplegar un esfuerzo doble del habitual para llenar la extensión sembrada en años normales. Hubiera bastado que el área sembrada fuese igual a la de años anteriores para sostener que el labriego había duplicado su actividad, pero hoy se ha llegado a comprobar que no sólo ha llegado a alcanzar el límite del año precedente sino que lo superó".
"Esté aumento no se debió a un milagro sino a dos causas fundamentales: 1º. Un hecho psicológico provocado por la guerra misma. El trabajador rural que quedaba era padre, hermano o hijo de los que habían partido hacia el teatro de operaciones y estaban convencidos que debían realizar un esfuerzo grande para ayudarlos a ganar la guerra y hacerse dignos de los mismos; 2º. A la organización del trabajo y el apoyo recibido, que constituía un gran estímulo, pues todos realizaban el máximo esfuerzo y se ayudaban mutuamente".
"El Dr. Riart ensayó un proceso intervencionista por medio de una estructura de apoyo efectivo al agricultor, rompiendo así los esquemas del liberalismo clásico".
"Esta estructura de organización tenía la finalidad de comprender a toda clase trabajadora campesina dentro de una movilización de todas nuestras posibilidades técnicas y estructurales que eran sin embargo muy pobres".
"Se crearon 155 Juntas de Economía en la campaña, distribuidas en 20 zonas agrícolas constituidas por agrónomos, que eran muy pocos en el país, con el fin de enseñar, supervisar y vigilar los trabajos de estas Juntas de Economía. Sin embargo no siempre fue posible poner al frente de cada grupo agropecuario un orientador competente para el trabajo".
"Se implantó de este modo un sistema organizado de trabajo como un medio para dar el máximo apoyo posible del estado a los trabajadores agrarios".
"El sistema consistía en un régimen de pequeña unidad cooperativa, la “brigada rural”. Los objetivos de este sistema organizativo fueron fijados por el Dr. Riart el 15 de Mayo de 1933".
"1º. Movilizar todas las fuerzas vivas y los elementos rurales de cada Departamento, hombres y mujeres con inclusión de menores de ambos sexos mayores de 10 años de edad; talleres, máquinas, arados, sembradoras, carpidoras, carros, bueyes, mulas, caballos, herramientas, etc.
"2º. La movilización se hará por compañías, que se subdividirán en secciones para su mejor atención.
“3º. En cada sección se formarán una o varias brigadas según la población.
"4º. Cada brigada se compondrá de 5 a 10 personas o familias que por sus afinidades, se entendieran mejor entre sí de manera que el trabajo les resulte más agradable y rinda mejores frutos.
"5º. Cada brigada tendrá un jefe, hombre o mujer, que será responsable de la disciplina y la labor de la misma.
"6º. En cada Compañía habrá una persona o Sub Comisión que correrá con la vigilancia de las brigadas y procederá de acuerdo con las instrucciones que reciba del Jefe de la Junta, fijará la extensión y clase de cultivo, distribuirá los trabajos por turnos, repartirá las semillas, y facilitará los implementos de cuya conservación será responsable, como de la disciplina y labor de la misma.
"Como puede verse esta organización se basaba en dos hechos: la responsabilidad y la disciplina".
"Se organizaron estas brigadas en casi todos los pueblos de la República, pero en muchos de ellos no se comprendió el alcance de la organización o los Delegados no llegaron a convencer a los campesinos o no comprendieron su cometido por faltarles a ellos mismos el pleno convencimiento".
"En muchas poblaciones tuvieron un éxito rotundo, entre las que se destacaron Villarrica, Carapeguá, Barrero Grande, San Bernardino, Altos y casi todos los pueblos de la Cordillera".
"Para fines de 1933 esta organización abarcó 128 poblaciones con 954 Compañías. Cabe destacar que en muchos lugares del Paraguay era conocido el trabajo cooperativo, y la "minga", el "yopói" o "ponboya" eran estructuras elementales en muchas zonas rurales".
"A la organización el Dr. Riart le asignó los siguientes objetivos:
"1º. Duplicar la producción.
“2º. Mejorar la calidad de la producción,
“3º. Reducir el costo de producción.
"4º. Aumentar el rendimiento por unidad de superficie".
"El cumplimiento de estos objetivos, conociendo los medios de que disponían nuestros campesinos, imponía la distribución de implementos de trabajo y esta distribución se hizo a través del Banco Agrícola y de la Dirección de Economía que para fines de 1933 alcanzó las siguientes cifras:
Arados Azadas Machetes
Banco Agrícola 3.000 10.000 20.000Dirección de Economía 940 3.500 4.044
Total 3.940 13.500. 24.044".
"En 1928 y 29 las estadísticas revelaron que los implementos agrícolas que disponían nuestros agricultores era de 9569 arados de hierro; 15.866, de madera; y 13.963 carros para un total de 111.112 familias agricultoras!!!
"El Dr. Riart pensó que la organización llevaría al aumento de la producción lo que a su vez demandaría una serie de servicios que habría que organizar, como silos, medios de transporte, maquinarias, instalaciones diversas, créditos, etc., por lo que un aumento masivo y brusco podría alcanzar un grave colapso, por lo que se ensayó entonces la rebaja de fletes, se hicieron ensayos de fabricación de carburante nacional y el fomento de la producción de trigo".
"Decía el Dr. Riart: Si los productores nacionales se comprometieran a fabricar el 30% de alcohol etílico computado sobre el total de la nafta importada, tendríamos un sustituto de aquel combustible puro y el importe deducido de su importación aplicado aquí en instalaciones y maquinarias, o sea bajo la firma de capital nacional".
"El objeto de la organización era obtener la mayor producción posible. Ha aquí los resultados a pesar de la sequía, heladas e invasión de langostas:
Superficie sembrada: 1932: 120.097 Has.; 1933: 137.384 Has.; 1934: 186.272 Has.
La producción fue en los tres primeros años de guerra como sigue:
1.932 Has - 1.933 Has - 1.934 Has
Maíz : 42.998 - 54.288,75 - 63.850,50
Mandioca : 29.802 - 30.613,25 - 38.504,25
Batata : 4.515 - 3.635,50 - 6.451
Porotos : 6.956 - 9.813,25 - 21.682
Arroz : 1.537 - 1.912,50 - 3.190
Papas : 72 - 129,50 - 77
Maní : 4.428 - 5.945 - 10.587,50
C. de azúcar : 10.617 - 9.377,50 - 9.637,25
Tabaco : 8.457 - 8.515,50 - 1.517,25
Algodonero : 9.109 - 11.964,25 - 27.273
Alfalfa : 1.514 - 1.097,50 - 755
Tártago : 92 - 91,50 - 2.754,50".
"En 1933 se repartieron 830.707 Kg., de semilla de algodón y en 1934, 1.078.950 Kg".
"También se repartió en 1933, 25.000 Kg de semilla de trigo en la región sur del país con resultados alentadores y con una producción de 700 a 1500 kilos, de semilla por Has de superficie sembrada".
"En el cultivo del algodonero se obtuvo un éxito sin precedentes debido a la aceptación del mismo en los mercados de Liverpool, Hamburgo y Polonia".
"Si el área de cultivo tuvo un resultado exitoso no fue menos el del volumen de producción en quintales métricos:
1932 - 1933 - 1934
Arroz : 35.000 - 38.240 - 58.800
Maíz : 630.750 - 756.050 - 1.277.000
Maní : 87.000 - 118.900 - 261.740
Algodón : 24.000 - 119.640 - 273.000".
"Los cultivos más estimulados por la intervención estatal y los que mejores rendimientos produjeron, fueron: el algodón parada exportación; el maíz, arroz y poroto para el consumo del ejército".
"Comercio Exterior"
"Las cifras totales del comercio exterior cayeron significativamente desde el comienzo del conflicto chaqueño, pero aún así siempre se obtuvieron cifras de balance positivo para el país.
Años - Importación o/s - Exportación o/s - Balance o/s
1930 : 15.139.359 - 14.176.453 - 962.906
1931 : 10.080.732 - 12.856.585 - 2.775.853
1932 : 6.417.646 - 12.872.945 - 6.455.299
1933 : 7.159.641 - 9.462.860 - 2.303.219
1934, 5 mes. : 4.550.080 - 4.822.237 - 272.157
"Las importaciones de algunos artículos tuvo caídas considerables y justificadas:
1931 - 1932 - 1933 - 1934
Cigarrillos (unid.) - 1.667.965 - 7.378.886 - 390.000 - 63.160
Jabón de Toc. Kg. - 21.335 - 7.939 - 3.939 - 1.857
Licores, vermuts y vinos (litros) - 912.241 - 471.209 - 99.109 - 76.438
Tejidos de lana y Seda metros - 84.765 - 40.321 - 22.339 - 12.049".
"Así ocurrió también con tabacos elaborados, perfumes, quesos, etc, etc."
"En cambio la exportación de algunos productos agrícolas nacionales sufrieron un gran repunte:
Año 1933 - 1934
Algodón - 12.000 fard. - 34.899 far.
Semillas de algodón - 6.000.000 kls - 18.000.000 kls
Aceites - 600.000 kls - 1.800.000 kls
Grape fruit - 148.400 unid - 353.050 unid
Petit grain - 102.072 kls - 114.206 kls.
"En 1934 se debió disminuir el cultivo de la caña de azúcar porque en los años anteriores se produjo un superávit en la producción de azúcar y era muy importante considerar la caída de precio. Se creó una comisión encargada del estudio del problema considerando la elasticidad del mercado. Lo importante era que el agricultor no fuera sorprendido por la depreciación de la caña de azúcar".
"La yerba mate también sufrió importantes trabas en el mercado exterior. Tanto Argentina como Brasil habían incrementado enormemente su producción por lo que establecieron medidas proteccionistas. Se creó también una Comisión Asesora del Comercio de la Yerba".
"Sin embargo el mercado interno fue firme en base al incremento del producto social, es decir la producción agraria y se realizaron ensayos para la industrialización permanente de la fariña, aceites, y fabricación de lubricantes para uso del ejército en base a las materias primas nacionales".
"Analizando las causas del atraso de nuestra agricultura y de nuestros campesinos, y de la debilidad de nuestra producción nacional, el Dr. Riart llegó a la conclusión de que una posible solución a nuestros problemas era la organización del trabajo, en estructuras afines a la psicología nacional, con eficiente apoyo gubernamental, la formación de un fuerte mercado interno y la búsqueda de mercados exteriores".
"¿Cuáles fueron los resultados? Es interesante sintetizar las conclusiones del Informe del Banco Agrícola publicado en Febrero de 1935 y presentado al Ministro de Economía;
"1º. Que la República ha levantado a la fecha la cosecha de mayor volumen que registró su estadística".
“2º. Que la ejecución de los trabajos se facilitó por el sistema de la cooperación que fue animado y controlado por las autoridades en perfecta colaboración".
"3º. Que por vez primera y de manera apreciable hubo plantaciones de 10, 20, y 50 y más Has.
"4º. Que la renta agrícola experimentó una sensible mejora en relación a años anteriores".
"5º. Que nuestro comercio exterior se vi alimentado por productos agrícolas en cantidad y valor jamás alcanzado".
"6º. Que el ejército y la población no llegaron a absorber todos los artículos de consumo interno dentro de nuestras fronteras quedando un excedente considerable para el año que viene".
"7º. Que ha mejorado la explotación agrícola abandonando el agricultor sus rutinarios métodos de cultivo y yendo a buscar la adecuación necesaria entre la calidad de la tierra y las especies que debía cultivar".
"8º. Que la suerte del agricultor es motivo de preferente atención de parte del P. E. habiendo el labriego ganado en estimación".
"9º. Que el reparto de implementos agrícolas ha sido la medida de mayor fuente para los resultados actuales".
El Dr. Riart el 22 de agosto de 1934 dejó el Ministerio de Economía para pasar a ocupar el de Relaciones Exteriores.
XII - HACIA LA CONFERENCIA DE PAZ
En abril de 1934 llegó a La Paz el primer contingente de oficiales chilenos contratados por el Gobierno de Bolivia y recibidos por el Gral. Blanco Galindo, Jefe del Estado Mayor General de Bolivia, con gran efusión popular, vítores a Bolivia y Chile y mueras a Paraguay y Argentina. El pueblo y la prensa bolivianos hablaban de una verdadera alianza entre La Paz y Santiago. En esos días también había arribado a La Paz un numeroso grupo de mineros chilenos contratados por el gobierno de Bolivia para reemplazar a los trabajadores bolivianos alistados en el ejército.
Al parecer el Gobierno chileno no poseía los recursos legales para evitar dichas contrataciones, por lo que el Canciller Cruchaga Tocornal, de Chile, presentó a las Cámaras Legislativas un proyecto de ley que prohibía el reclutamiento de miembros de las fuerzas armadas por países en guerra, el cual quedó dormido en el Congreso.
Precisamente en esos momentos, el Canciller chileno inició conversaciones con sus pares de Argentina, Brasil y Perú (ABCP) invitándolas a iniciar nuevas gestiones de paz en el conflicto chaqueño. La prensa y la opinión pública de Asunción habían protestado enconadamente contra el gobierno chileno y su Canciller, por lo cual la Cancillería de Chile hizo llegar a la paraguaya una formal protesta por la campaña agresiva de los diarios de nuestro país.
El Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay, Dr. Justo Pastor Benítez, el 2 de agosto de 1934 dio respuesta enérgica y contundente al reclamo chileno, afirmando que en el Paraguay existía libre expresión del pensamiento. En lo referente a la presunta hostilidad de la prensa paraguaya hacia Chile, decía que ésta obedecía a un estado de conciencia pública alarmada por la conducta del Gobierno de esa nación, como ya había expresado con anterioridad, evidenciada en la parcialidad que significaba el transporte por su territorio y ferrocarril del Estado chileno, de material bélico hacia Bolivia, a pesar del Decreto del gobierno de ese país sobre neutralidad del 17 de mayo de 1933. Afirmaba que esta conducta había sido denominada de "neutralidad benévola" por el mismo presidente Salamanca, lo que equivalía a la falta de neutralidad manifiesta y que todo subió de punto al tenerse noticias de la contratación por Bolivia de oficiales y obreros chilenos, lo que significaba un acto de parcialidad en contra del Paraguay, señalando que estos hechos extrañaban seguramente una política deliberada a estar por los documentos emanados del Comando Superior Boliviano, recientemente publicados.
Ante esta respuesta el Ministro de Chile, Gallardo Nieto, replicó que al hacer suyas el gobierno paraguayo las expresiones de la prensa, tomaba sobre sí la responsabilidad de dichos conceptos. Afirmó que el Gobierno Paraguayo justificaba globalmente toda la campaña periodística pertinaz y violenta, a pesar de la censura impuesta por el estado de guerra y que el Gobierno de Chile creía que el Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay se hacía solidario de las injurias lanzadas conga el Presidente y los Ministros de Hacienda y Relaciones Exteriores chilenos, presentando su formal protesta por el alcance de la nota. Por lo tanto, el Gobierno de Chile había resuelto llamar a su representante diplomático, lo cual significaba una ruptura de relaciones en un momento crítico de las negociaciones.
El Dr. Justo Pastor Benítez, luego de una brillante actuación de dos años, se retiró de la Cancillería y fue nombrado en su reemplazo el Dr. Luis A. Riart a fin de desarrollar un espíritu conciliador y hallar una solución decorosa al entredicho, para la que no podía estar habilitado el Dr. Benítez en esas circunstancias, salvo menoscabo de su propia personalidad, lo que desde luego no podía aceptar ni él ni el Presidente Ayala.
El Dr. Riart encomendó al Dr. Vicente Rivarola, Ministro paraguayo en Buenos Aires, y anteriormente en el mismo cargo en Santiago, donde había dejado muy buenas amistades, que actuara en ese sentido, por cuanto el Dr. Isidro Ramírez, Ministro paraguayo en Chile, había tenido fuertes fricciones con el Canciller Cruchaga Tocornal. El propósito del Gobierno paraguayo era no agravar el conflicto, sino aclararlo hasta donde fuera posible sin menoscabo para el Paraguay.
El Dr. Riart hizo llegar al Dr. Rivarola un Memorándum y las gestiones se iniciaron en la Cancillería Argentina con el Ministro chileno en Buenos Aires, Dr. Luís Alberto Cariola.
Las conversaciones entre Rivarola y Cariola, con la mediación del Ministro Saavedra Lamas no llegaron a un acuerdo. Así, mediante una sugerencia del mismo Dr. Cariola y previa consulta con el Dr. Riart, el Dr. Rivarola mantuvo una conversación telefónica con el Dr. Cruchaga Tocornal, con quien llegó a un acuerdo con la designación por parte de Paraguay del Dr. Rogelio Ibarra, Ministro en el Perú, como Ministro en Santiago y por parte de Chile el nombramiento del Dr. Carlos García de la Huerta, como ministro en Asunción. Además, la promesa de que el Paraguay votaría por Chile como Miembro del Consejo de la Liga de las Naciones. Así se dio término al incidente.
Cuando el Dr. Riart se hizo cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, el 22 de agosto de 1934, ya se habían producido varias gestiones y proposiciones de pacificación, fracasadas todas porque no contemplaban las exigencias de uno u otro de los contendores, y porque todas imbricaban las condiciones para el cese de hostilidades con las de la solución definitiva del pleito.
Así se sucedieron las siguientes proposiciones: el 1º de agosto de 1932 del Consejo de la Liga de las Naciones; el 3 de agosto de 1932 de los representantes de las naciones americanas reunidos en Washington; el 15 de diciembre de 1932 de la Comisión del Consejo de la Liga con nueva fórmula; el 3 de febrero de 1933 del Acta de Mendoza firmada por los Cancilleres de Argentina y Chile y ampliada luego con la intervención del Canciller del Brasil. El 1º de mayo de 1933 el Gobierno del Paraguay declaraba a la República en estado de guerra con Bolivia; entretanto el 25 de agosto de 1933, hubo otra proposición del grupo de ABCP como mandatario de la Liga de las Naciones y el 22 de febrero de 1934 nuevamente de la Comisión de la Liga.
Hasta entonces, resumidamente, las posiciones de los países en guerra eran las siguientes:
POSICIÓN PARAGUAYA:
1. Su buena disposición para someter al arbitraje inmediato u otro procedimiento pacífico cada una de las cuestiones controvertidas con Bolivia.
2. Exclusión de la zona laudada por el Presidente Hayes y del litoral del río Paraguay desde la desembocadura del río Otuquis o Negro hasta el Pilcomayo, de todo procedimiento arbitral.
3. El arbitraje en la cuestión de límites debía ser la determinación de los límites al oeste del hinterland del río Paraguay, que separaba durante el dominio español la Provincia del Paraguay del Gobierno Militar de Chiquitos y de las Provincias del Alto Perú.
4. Aceptación de la garantía moral de los Estados Americanos mediadores.
5. Determinación del agresor y de las responsabilidades correspondientes.
6. La exigencia de la cesación inmediata de fuegos al firmarse el convenio de paz y tratamiento posterior de la cuestión de límites.
7. Desocupación militar del Chaco debiendo retirarse Bolivia a Villa Montes, Parapití y Roboré, y el Paraguay sobre el río Paraguay. No habiendo beligerancia no se necesitaba ejército en el Chaco.
POSICIÓN BOLIVIANA:
1. No rehuía los medios pacíficos que tuvieran como base la solución del litigio, pero con las limitaciones hechas a los buenos oficios de los neutrales.
2. Bolivia estaba dispuesta a los máximos sacrificios en defensa de su territorio y necesitaba romper la barrera que impedía el acceso al litoral del río Paraguay para comunicarse con el mundo; era esa una de las bases para la solución del litigio.
3. La zona sometida al arbitraje debería ser la comprendida al este por el río Paraguay; al sur por el río Pilcomayo; al oeste por el meridiano 59º55' O de Greenwich (más adelante por el 61º O); y al norte por el paralelo 21º S (mas adelante por el 20º S).
4. Consideraba como "cuestión integral del Chaco" toda diferencia existente o que surgiera en virtud del conflicto sea de territorio, límite, responsabilidad y todo asunto relacionado con el conflicto.
5. La cuestión de la paz o cesación de hostilidades debería ser tratada simultáneamente con la solución definitiva de límites.
El 27 de setiembre la Asamblea de la Sociedad de las Naciones aprobó el pedido de Bolivia de aplicación del Art. 15 del pacto constitutivo de la Sociedad, según el cual "si entre los miembros de la misma surgiera una desavenencia susceptible de provocar una ruptura y si esta divergencia no fuera sometida al procedimiento de arbitraje o a un arreglo judicial previsto en el Art. 13 del mismo pacto, los miembros de la Sociedad convienen en someterla al Consejo de la misma en las condiciones que dicho Art. 13 estipula": Al efecto creó una comisión encargada tanto de buscar un arreglo por vía de la conciliación, como de preparar un proyecto de informe previsto en el Inc. 4 del Art. 15.
La Comisión fue constituida por veintitrés naciones. Esta organizó una Sub Comisión compuesta por las naciones americanas representadas en ella, es decir, Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Méjico, Perú, Uruguay y Venezuela.
La Sub Comisión solicitó del Paraguay y Bolivia el 29 de setiembre la acreditación ante ella de delegados munidos de plenos poderes para negociar.
El Paraguay contestó el 7 de octubre que haría tal designación siempre que fuera para negociar la cesación inmediata de las hostilidades y un régimen de seguridad para después de dicha cesación, incluida la desmovilización de ambos ejércitos, la reducción de efectivos, la limitación de la compra de material de guerra, organización de un sistema de policía de cada país en su respectiva zona de ocupación y un pacto de no agresión bajo garantía internacional. Establecida la paz de esta manera, el Paraguay aceptaba el procedimiento conciliatorio con el objeto de llegar a un arreglo directo y eventualmente al arbitraje si la conciliación fracasaba.
Ante esta posición paraguaya la Comisión resolvió presentar su informe a una Asamblea Extraordinaria el 20 de noviembre de 1934.
Las recomendaciones de la Comisión contemplaban en un todo las aspiraciones bolivianas. El Gobierno Boliviano, como era de esperar, las aceptó, pero con la observación de que sólo serán obligatorias para su gobierno si la totalidad de ellas es ejecutada lealmente. El Gobierno Paraguayo, lógicamente las rechazó, por la razón de que no habían tenido en cuenta para nada sus aspiraciones, dadas a conocer en su oportunidad al Sub Comité.
El 13 de noviembre de 1934 el Gobierno Paraguayo concretó sus observaciones a las recomendaciones en un largo y enjundioso Memorándum que rebatía una por una las proposiciones de la Comisión. En uno de sus párrafos decía:
"Queda dentro de la discusión arbitral, no solamente el litoral y su hinterland, sino también la zona del fallo arbitral que el Presidente Hayes atribuyó en 1879 al Paraguay".
"El Paraguay jamás admitirá que la zona Hayes sea nuevamente puesta en juicio, porque considera irrevocable dicho fallo y porque declarar litigioso el territorio laudado equivaldría a condonar a Bolivia del delito de agresión al invadirla".
"Tampoco puede admitir la discusión de porción alguna del litoral. Iría contra la tesis que tradicionalmente sostiene, de que su diferendo con Bolivia se reduce a una cuestión de límites interiores y atentaría contra su seguridad presente y futura.
"La aparición de Bolivia en el río equivaldría al espectro de la guerra cernido perennemente sobre el pueblo paraguayo. El Paraguay está seguro de la inexistencia de todo título superior al suyo, que, en una instancia jurídica, podría hacerle perder la exclusividad en la posesión del litoral occidental, pero la experiencia de las tratativas anteriores le muestra que la prédica insistente sobre el supuesto enclaustramiento boliviano, ha influido perniciosamente sobre el criterio internacional. Las fórmulas de la Comisión de Neutrales de 1929 y de la Comisión de Encuesta de 1934 comprueban que no siempre priman los motivos estrictamente jurídicos en las determinaciones imparciales y neutrales".
El 20 de diciembre la Comisión Consultiva sobre la cuestión del Chaco consideró el Memorándum como un rechazo del Paraguay a las recomendaciones y le dio plazo para una contestación definitiva hasta el 14 de enero de 1935.
El 12 de enero el Dr. Riart se dirigió al Comité Consultivo de Ginebra, reafirmando en términos claros y precisos el Memorándum anterior
La Comisión Consultiva se reunió el 14 de enero, y recomendó que se levantara en favor de Bolivia el embargo de armas resuelto anteriormente para ambos países en guerra y se mantuviera para el Paraguay.
Teniendo en cuenta semejante desafuero, el 23 de febrero de 1934 el Paraguay comunicó su retiro como miembro de la Sociedad de las Naciones, en una nota que, como el anterior alegato, no tenía desperdicios.
La Sociedad de las Naciones, como reacción al retiro del Paraguay, tuvo el propósito de aplicarle sanciones económicas, además del embargo de armas, pero la Argentina fijó claramente su posición al respecto: "Que el embargo de armas constituye una medida política y no jurídica, que el pacto no autorizaba; 20. Que no puede ella derivarse del Art. 15, ni del Art. 16 como sostiene el mismo gobierno de Bolivia; 30. Que el retiro del Paraguay es un acto de soberanía".
La posición Argentina fue apoyada por Chile, Perú y Uruguay. Luego de una larga tramitación, a iniciativa de Chile y Argentina se constituyó en Buenos Aires un grupo mediador integrado por Argentina, Brasil, Chile, EE. UU., de América, Perú y Uruguay. Esta Comisión resolvió invitar a los cancilleres de Paraguay y Bolivia a concurrir a Buenos Aires, a fin de subsanar los inconvenientes de tiempo y distancia geográfico que obstaculizaban los propósitos de todos.
La invitación fue aceptada por el Gobierno del Paraguay el 13 de mayo y por el de Bolivia el 14 del mismo mes y ambos constituyeron sus respectivos delegados. Por el Paraguay el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Luís A. Riart, coronel Juan Manuel Garay y el Dr. Efraím Cardozo, y por Bolivia el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Tomás Elio, como delegados plenipotenciarios, Bautista Saavedra, Juan María Zalles, Carlos Calvo, Víctor Aramayo y como asesor con rango de Ministro Plenipotenciario Eduardo Diez de Medina, y como asesores militares el Cnel. Angel Rodríguez y el Mayor Max España.
No nos es posible ocuparnos de la Conferencia de Paz sin remitirnos al período final del año 1934, en el cual se produce el fracaso definitivo de la intervención de la Liga de las Naciones. Es conveniente también que nos refiramos previamente a algunos acontecimientos fundamentales ocurridos en el teatro de operaciones.
El 15 de noviembre de 1934 culminó la maniobra de "El Carmen" con la caída en nuestro poder de Ballivián, expresión del orgullo militar boliviano en el Chaco, ya que portavoces del gobierno y del ejército enemigos habían afirmado que jamás caería en nuestras manos.
Seguidamente el 8 de diciembre culminó la maniobra de Yrendagüe-Picuiba con la destrucción del jactancioso Cuerpo de Caballería del no menos jactancioso Cnel. David Toro. Era en esa oportunidad que la Liga consideraba el informe de la Sub Comisión de Conciliación, de la que ya nos ocupamos, y resolvía aplicar sanciones al Paraguay.
El 9 de marzo el Canciller Chileno Miguel Cruchaga Tocornal propuso la firma de un pacto de honor entre los beligerantes, con las garantías y compromiso de los países limítrofes, de cesar la guerra definitivamente.
El Paraguay, consecuente con su posición permanente, lo aceptó siempre que se constituyera un grupo mediador con un plan bien definido. Bolivia también lo aprobó "con algunas modificaciones". Ante estas manifestaciones de ambos países se pusieron de acuerdo el Canciller de Chile y el argentino e iniciaron sondeos confidenciales ante los otros gobiernos latinoamericanos limítrofes a los beligerantes para la constitución del grupo mediador. Para fines del mes de marzo éste quedó integrado por los miembros del ABCP ampliado con el Uruguay, y el 1º de abril fue invitado EE. UU., de América, que también engrosó el grupo.
El 4 de abril el Presidente Ayala en un discurso pronunciado ante una concentración popular en la ciudad de Itá, afirmó estar dispuesto a tratar con el Gobierno de Bolivia la solución del conflicto chaqueño como sin mediadores. Estas declaraciones fueron transmitidas a todo el continente y causaron una excelente impresión, dando verdadero impulso a las tareas del grupo mediador.
El 5 de abril nuestro II Cuerpo de Ejército cruzaba el Parapití iniciando la invasión al territorio boliviano. Para el 14 de abril nuestras gloriosas Divisiones VI y VIII ocupaban la ciudad de Charagüa, abandonada por el enemigo, que constituía el más importante nudo de caminos de la región.
El Comando boliviano, desesperado, tras organizar un nuevo ejército de 50.000 hombres inició su ofensiva general el 19 de abril y ese mismo día ocupó Tarairi, frente a nuestro I. C. E., y Mandeyupecuá el 20 de abril, produciendo el repliegue de nuestro II C. E. sobre el Parapití. Los bolivianos ocuparon Pozo del Tigre al norte de Ingavi insinuando una ofensiva en ese sector. Nuestro II C.E. recruzó el Parapití haciéndose fuerte en Huirapitindy, estabilizándose los frentes.